La Gazapera

Entre Sevilla y Triana, la casa sin barrer

Manuel Bohórquez @BohorquezCas /
04 jul 2020 / 08:44 h - Actualizado: 04 jul 2020 / 08:47 h.
"La Gazapera"
  • Entre Sevilla y Triana, la casa sin barrer

Uno de los tópicos que hay que derribar en Sevilla es que el flamenco nació en Triana y que poco a poco, cruzando el puente de barcas, se extendió por Sevilla, en concreto por la Alameda y la Macarena. Soy un enamorado del antiguo arrabal y viví allí unos años maravillosos, en el barrio Voluntad. Llevo años investigando el flamenco en Triana y tendría tantas cosas que desmentir que me vería obligado a vivir en Canadá. Por ejemplo, la cantidad de artistas que son tenidos por trianeros de cuna, sin serlo. Vivir en Triana no significa ser trianero. Soy trianero de sentimiento, pero jamás diré que soy del barrio porque nací en Arahal y me crié en Palomares del Río y no voy a renegar nunca de mi cuna.

Es verdad que con 13 años ya trabajaba en ese barrio, en la calle Constancia, y que desde esa edad ya nunca perdí el contacto. A este respecto hay casos curiosos, como el de Fernando el de Triana, autor de un libro maravilloso (Arte y artistas flamencos, 1935), que presumió siempre de ser trianero de cuna, cuando nació en San Luis y se bautizó en San Gil. O sea, El Decano del Cante, como le decían, era en realidad macareno. Es verdad que con seis o siete años se mudó al barrio, a calles como Verbena y Pureza, y ejerció siempre de trianero. Pero es que ni siquiera su familia era trianera, sino de la otra orilla. Tampoco su célebre abuelo cantaor, aunque solo aficionado, Fernando Gómez El Cachinero.

Si en Sevilla interesara de verdad el flamenco, su historia, se promovería desde el Ayuntamiento un concurso de investigación o se pondría a trabajar a un equipo de investigadores para escribir la verdadera historia del arte jondo hispalense. Es verdad que la podría escribir alguien sin ayudas públicas, pero es que sería una magna obra difícil de ser abordada por una sola persona y con sus propios medios. Lo que se ha escrito sobre el flamenco en Triana está casi todo muy mal documentado, por no decir que es mentira, que sería lo correcto. Y, claro, hacen trianeros a casi todos los artistas sevillanos del XIX, cuando hubo muchos más en la otra orilla, en barrios como el de la Feria, San Roque, San Juan de la Palma o la Macarena.

Hace unos días pedí ayuda desde mi página web para poder acabar el proyecto Pioneros del Flamenco, en el que llevo trabajando cuarenta años con mis propios medios económicos. La ruina, pues, es de órdago. El proyecto consiste en biografiar a todos los artistas flamencos sevillanos del XIX, sin olvidar a los que, sin ser sevillanos de cuna, se hicieron artistas en esta ciudad. Me refiero a artistas de Málaga, Cádiz, Jerez, el Puerto, Puerto Real o Rota. Son cientos de nombres. Han colaborado hasta ahora 17 personas y, curiosamente, solo tres son de Sevilla. Hay solo dos cantaores y tampoco son de la capital andaluza, sino cordobeses. Y, por supuesto, ninguna peña flamenca o institución pública.

Entre Sevilla y Triana, la casa sin barrer.