Los Max de Sanchís Sinisterra y José Guirao

Sevilla acoge por tercera vez la gala de los premios Max con el nuevo ministro de Cultura entre el público

19 jun 2018 / 08:53 h - Actualizado: 19 jun 2018 / 08:56 h.
"Teatro"
  • Momento final de la gala de entrega de la XXI edición de los Premios Max de las Artes Escénicas con los premiados y los presentadores en el escenario del Cartuja Center de Sevilla. / J. Manuel Vidal (Efe)
    Momento final de la gala de entrega de la XXI edición de los Premios Max de las Artes Escénicas con los premiados y los presentadores en el escenario del Cartuja Center de Sevilla. / J. Manuel Vidal (Efe)
  • La compañía de teatro, Kulunka Teatro, tras recibir el galardón a Mejor Espectáculo de Teatro, por su trabajo en ‘Solicitudes’. / J. Manuel Vidal (Efe)
    La compañía de teatro, Kulunka Teatro, tras recibir el galardón a Mejor Espectáculo de Teatro, por su trabajo en ‘Solicitudes’. / J. Manuel Vidal (Efe)
  • Pilar Gómez (d) tras recibir el galardón como Mejor Actriz Protagonista. / M. G.
    Pilar Gómez (d) tras recibir el galardón como Mejor Actriz Protagonista. / M. G.
  • Nacho Sánchez (d), Mejor Actor Protagonista. / Manuel Gómez
    Nacho Sánchez (d), Mejor Actor Protagonista. / Manuel Gómez
  • José Guirado junto a Juan Espadas durante la gala / J. Manuel Vidal (Efe)
    José Guirado junto a Juan Espadas durante la gala / J. Manuel Vidal (Efe)
  • Verónica Forqué junto a José Sanchís Sinisterra. / Manuel Gómez
    Verónica Forqué junto a José Sanchís Sinisterra. / Manuel Gómez

El Cartuja Center CITE acogió anoche la gala de entrega de los XXI premios Max –los terceros que se entregan en Sevilla– con la presencia de numerosos representantes del mundo de las artes escénicas españolas y también del nuevo ministro de Cultura, José Guirao, en su primera comparecencia pública desde que accedió al cargo. La ceremonia, conducida por una Cristina Medina que echó mucho arte a un guion no demasiado rutilante, gozó de buen ritmo, sacó mucho provecho a la lente gifante del escenario y sobre todo se ciñó al horario previsto, cosa no siempre fácil cuando se desbocan las dedicatorias y se prolongan demasiado los números musicales.

La voz de Vicky Luna sonó con aroma de rock andaluz para dar la bienvenida, dando paso sin demora al premio del público para Joc de xiquettes, de la compañía Bullanga. «Ya tenemos un Max, ahora esperamos tener trabajo», dijo el portavoz del grupo, mientras que Bambalina Titelles, recogió su premio al Mejor espectáculo para público infantil, juvenil y familiar por Kiti Kraft.

El primer Max con sello hispalense fue el premio Aficionado o Carácter social para Danza Mobile, que recogió su impulsora, Esperanza Valderrama. La siguieron Daniel Abreu (Mejor intérprete masculino de danza por La desnudez), Eva Yerbabuena (Mejor intérprete femenina de danza por Apariencias, aunque recogió el galardón su hija Manuela) y Nacho Sánchez (Mejor actor protagonista con Iván y los perros).

José Miguel Fernández-Sastrón, presidente de la Sgae, tuvo también su minuto para recordar, entre otras cosas, que tiene que haber muchas más mujeres en las artes escénicas (todavía solo un 18 por ciento de los espectáculos estrenados en España son de autoría femenina, y un 22 por ciento tienen a directoras al frente de sus elencos) y que el nuevo gobierno no dude en apoyar un sector que «está remontando desde el 2013, pero todavía es una recuperación muy tímida», afirmó.

Más Sevilla de la mano de Pilar Gómez, Mejor actriz protagonista por su trabajo en Emilia (Mujeres que se atreven, 1ª parte), que se emocionó visiblemente al recordar sus estudios de teatro en la capital hispalense. Se sucedieron los premios técnicos, todos para mujeres: Mejor diseño de vestuario a María Araujo por Ricard III; Mejor diseño de iluminación a Lola Barroso por Furiosa Escandinavia; Mejor diseño de espacio escénico para Elisa Sanz por Bodas de sangre.

Julio Manrique, Mejor director de escena por L’Ánec salvatge, animó a «pensar en libertad para ser un poco más libres. Tal vez el teatro y el arte general pueda servir para eso», y pidió en catalán «llibertad presos politics» y en la lengua de Cervantes, «libertad de expresión para todos sin prejuicios y sin mordazas».

Sin salir de Cataluña, aunque siempre con un pie en Andalucía, Mayte Martín interpretó te extraño, canción de su último disco que sirvió de preámbulo al recuerdo de los compañeros de la familia teatral fallecidos en el último año, con el coro de los niños de la Escolanía de Los Palacios.

Ana Ruiz y Carlos Hipólito presentaron el premio al Mejor espectáculo de calle para Meeting point, de Ertza, que subieron a recoger el premio desplegando una muestra de sus bailes y acrobacias antes de agradecer en euskera y castellano la decisión del jurado. «Bailemos más, bailemos juntos, seguro que este mundo será muchísimo mejor», dijeron. El Mejor espectáculo musical o lírico fue para Tic-tac, del Institut Valenciá de Cultura (IVC) y Diputació de Valencia, y el Mejor espectáculo de danza para La desnudez, de Daniel Abreu.

El Mejor espectáculo de teatro fue Solitudes, de Kulunka Teatro SL, y José Sanchís Sinisterra el Max de honor a toda su carrera de manos de Verónica Forqué. «Cuando me comunicaron el premio pensé que este premio no es para mí, sino para esos otros muchos que me habitan y que hoy me acompañan para recibirlo».

Dos horas y media largas, en fin, en las que hubo de todo, lágrimas, lazos amarillos, celebraciones porque Iñaki Urdangarín entre en la cárcel, pero sobre todo muchas esperanzas hacia el tiempo por venir. Lo resumió el propio Sanchís en su encuentro posterior con la prensa: «Parece que se termina una época de travesía en el desierto, con roces permanentes, problemas de censura obsoleta. Parece que se ha despejado el panorama. Yo a este gobierno le daría cinco o seis meses para ver si tienen las manos libres. Soy optimista, me alimento de eso».

Guirao vuelve a Sevilla

«Lo importante es reconocer el trabajo de los profesionales del sector», afirmaba a su llegada al Cartuja Center el ministro Guirao, que acaparó no poca atención entre los medios convocados y los asistentes a la gala. «Estoy aquí por eso, pero los importantes son ellos».

El ministro se refirió someramente a la petición de ampliación del Bellas Artes y el Museo Arqueológico de Sevilla –«me encantaría que se pudiera hacer, lo intentaremos»–, anunció que concurrirá este jueves a la asamblea de la Sgae «con una solicitud de cuestiones que el Ministerio quiere que se cumplan» y recordó que su primera reunión como ministro fue con los teatros. «Todo el mundo está con ganas de que esto se solucione. Confiamos en que así sea».