Mercedes Ruíz, el magisterio hecho baile.

Mercedes Ruíz presentó ayer en el Auditorio Nissan Cartuja de Sevilla, su último espectáculo, ‘Segunda Piel’, en el que indaga sobre la relación entre identidad y baile.

11 jun 2022 / 16:56 h - Actualizado: 11 jun 2022 / 11:11 h.
"Críticas"
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La última obra de la compañía de Mercedes Ruíz, ‘Segunda Piel’ debía cerrar el XXV Festival de Jerez el año pasado pero tuvo que ser suspendido. Mercedes estaba embarazada y el médico le aconsejó reposo. Debido a ello hubo de esperar un año para su estreno, que tuvo lugar el pasado mes de febrero en el Teatro Villamarta. Ayer pudimos disfrutarlo en Sevilla, en el escenario del Auditorio Nissan Cartuja.

Se trata de un espectáculo con el que la bailaora jerezana vuelca todo el magisterio que ha ido conformando a lo largo de su carrera. No en vano gira en torno a la influencia que el baile ha ejercido en la conformación de su identidad personal y está dividido en tres bloques escénicos. Con el primero, denominado Antiguos Modernos la bailora viaja a sus inicios. Aparece sola por una esquina del escenario, descalza con un vestido de flores y envuelta en un manto de silencio, solo roto por el sonido de las palmas sobre su cuerpo y su voz entrecortada diciendo frases típicas, a manera de jaleo. De esa guisa nos brinda una patá por bulerías que recoge toda la gracia y el saber popular del baile de su tierra jerezana.

Tras las bulerías, ya con el cuadro en el escenario, Mercedes baila los villancicos propios de su tierra, que más que con la navidad se vinculan al romancero folclórico. Al término de esta pieza El Londro se queda solo y se marca a palo seco unas granínas con las que nos encogió el corazón. Su cante sirvió de transición para el último número de este primer bloque, unos abandolaos que Mercedes baila tocando el pandero, a compás de la guitarra y del laúd, un instrumento poco habitual en el flamenco con el que Santiago Lara, responsable de la dirección musical, remite a los orígenes folclóricos del flamenco. Aunque eso sí, el baile de Mercedes, aunque de corte sencillo, recoge elementos propios del baile flamenco moderno, tanto con el movimiento de brazos y manos, como con el taconeo preciso y limpio, propio de la bailaora jerezana, que en este espectáculo se decanta por un discurso dancístico más intimista y lírico. Tal vez por ello, en su búsqueda por hallar un equilibrio armónico, termina este primer bloque con un baile de corte preciosista a compás de unas farrucas a las que, en complicidad con la música de Santiago Lara, Mercedes imprime un aire que va de lo trascendental a lo liviano, dada la delicadeza con la que maneja el mantón, que en sus manos describe imágenes tan hermosas como fugaces.

En el siguiente bloque, titulado Retrospectiva, Santiago Lara y Mercedes Ruíz se adentran en la carga trágica de los cantes de levante, y nos brindan un número con el que la bailaora derrocha elegancia y poderío. Y para terminar, el siguiente bloque, Va a traer cola, va de los orígenes al presente con un impresionante número de seguiriyas que Mercedes baila tocando las castañuelas con un traje rojo de cola, sentada en un taburete, mientras suena la guitarra de Manuel Morao, que aparece en la pantalla junto a Tía Anica la Piriñaca. Acaban las seguiriyas con la imagen fija de una foto de Mercedes de niña bailando junto al genial guitarrista jerezano. Aquí podría haberse acabado y lo habría hecho con la emoción en alto. Pero una vez demostrado su dominio con el mantón y las castañuelas, era una tentación evidente para Mercedes acabar mostrando también su magisterio con la bata de cola. Así que todavía nos tenía reservado una impresionante pieza de baile con bata de cola blanca, repleta de vueltas vertiginosas, brazos desafiantes y gestos coquetos, a compás de unas serranas y unas cañas que El Londro bordó con su cante. Y para terminar, vestida con pantalón y chaqueta de fiesta, nos regala un número desbordante de fuerza que reafirma su condición de bailaora moderna. Lástima que la iluminación, la escenografía y las transiciones, no estuvieran a la altura de la música y el baile.

Obra: Segunda Piel

Lugar: Auditorio Nissan Cartuja, 10 de junio

Producción: CIA. Mercedes Ruíz con la colaboración de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y Théâtre de Cusset.

Dirección y coreografía: Mercedes Ruíz

Música y dirección musical: Santiago Lara

Dirección escénica y libreto: Francisco López

Baile: Mercedes Ruíz

Cante: Londro y Mercedes Cortés

Percusión y segunda guitarra: Perico Navarro

Calificación: 4 estrellas