Mi patria húngara

28 abr 2017 / 19:12 h - Actualizado: 28 abr 2017 / 19:17 h.
"Críticas","Música clásica","Real Orquesta Sinfónica de Sevilla"
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El húngaro György G. Ráth es uno de los directores con los que mejor sintonía mantienen los profesores de la Sinfónica de Sevilla. Invitado primero por Pedro Halffter, el nombre de Ráth fue uno de los que con más fuerza sonó para suceder al madrileño. Una vez con John Axelrod definitivamente al frente, este ha querido mantener el buen vínculo entre la ROSS y el maestro de Budapest. Estamos ante un Kapellmeister a la vieja usanza; tanto en repertorio -eminentemente clásico- como en sus maneras de hacer en el podio; con gesto preciso y diáfano y con un trabajo previo muy desmenuzado en los ensayos. La orquesta volvió a mostrar su comodidad y su agradecimiento para con él al final.

Vino Ráth además con uno de los programas más ambiciosos y originales de la temporada, especialmente por la interpretación de la extensa Sinfonía nº1, de Ernö Dohnányi (1877-1960). Debe ser un placer hacer patria cuando se pone en los atriles una obra tan llena de buenas ideas como esta; un punto retórica -¡y tanto!- pero melódicamente imponente y con una construcción solida en cada uno de los movimientos -especialmente destacan el primero y el quinto, pero también el menudo cuarto, con un hermoso solo de viola-. La ROSS prestó una ejecución extraordinaria; en la que tuvieron oportunidad de lucirse todas las familias; tal es el detalle cuasi camerístico con el que está construida la pieza. Ráth la desgranó con pasión desbordante pero nunca desbordada, sabedor de la modestia y a la vez la eficacia de unos pentagramas en los que las dinámicas y la esmerada gestación de sus diferentes climas resultaron claves para explicar la obra en la primera interpretación que de ella oíamos en Sevilla.

Ya en la Obertura trágica de Brahms, maestro y orquesta habían mostrado su buen entendimiento con una versión vibrante y solemne de una pieza si se quiere menor. Y con el Concierto para violonchelo de Schumann, Ráth, buen concertador, se limitó a controlar que la ROSS dejase oír al tímido violonchelo del solista Dirk Vanhuyse, quien desgranó la obra con un vibrato excesivamente artificioso y cierto amaneramiento generalizado.

FICHA

Teatro de la Maestranza. 27 de abril. Programa: Obras de Brahms, Schumann y Dohnányi. Intérpretes: Dirk Vanhuyse, violonchelo. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. György G. Ráth, director. 10º concierto de abono.