Ni teatro ni cine sino todo lo contrario

El Teatro Lope de Vega sube a escena ‘La Infamia’, una suerte de teatro documental que cuenta el secuestro que sufrió la periodista mejicana Lydia Cacho.

30 oct 2022 / 14:22 h - Actualizado: 30 oct 2022 / 14:24 h.
"Teatro","Teatro Lope de Vega"
  • Ni teatro ni cine sino todo lo contrario

La periodista Lydia Cacho fue secuestrada en 2005 por la policía su país, México, que seguía las órdenes de un poderoso empresario que formaba parte de una red de pederastia. Ella la había dado a conocer dos años antes en un libro titulado ‘Los demonios del Edén’, donde recogía los testimonios de algunas víctimas, todas ellas menores de edad, e incluso infantes menores de cuatro años. Esta obra nos habla de todo ello con una suerte de monólogo documental que se dirime entre el escenario y la pantalla.

La dramaturgia divide la obra en dos tramas diferenciadas que a lo largo de la obra se van simultaneando. Una primera en la que Lydia Cacho se presenta y nos cuenta en primera persona todos los pormenores de su secuestro, y otra en la que la periodista informa al público sobre su labor al frente de un centro que acoge a mujeres maltratadas y a niñas secuestradas y violadas.

La trama principal es la del secuestro y se distingue de la segunda por su carga dramática que se vuelca en la pantalla, ya que la puesta en escena recurre a una cámara que va grabando en directo lo que la protagonista nos cuenta en primera persona, subida en un coche situado en un extremo del escenario. El resultado es una suerte de película improvisada de baja calidad que explota el poder del primer plano hasta el punto de que el espectador deja de ver el escenario para ver solo lo que sucede en la pantalla. Tal vez por ello, de vez en cuando, la actriz sale del coche y se pone una chupa de cuero para pasar a la segunda trama, en la que nos habla de la red de pederastia y los nombres de los políticos y empresarios que la conforman. Aquí Marina Salas demuestra su versatilidad asumiendo el papel de narradora mientras se dirige directamente al público en la parte delantera central del escenario.

De esta manera, la puesta en escena de José Martret conforma una curiosa paradoja, ya que la trama de mayor contenido dramático, que es la del secuestro, es más cinematográfica que teatral mientras que la plenamente documental es la que habita el escenario. Lástima que, debido a su fuerte impronta narrativa, y a la profusión de datos, a pesar de ejercer una denuncia tan valiente como necesaria resulte un tanto reiterativa y tediosa. Por fortuna Marina Salas logra emocionarnos en algunas escenas, donde refleja el miedo y la soledad que tantas niñas y mujeres se ven condenadas a sufrir en México, a manos de hombres tan poderosos como indeseables.

Obra: La infamia

Lugar: Teatro Lope de Vega, 29 de octubre

Coproducción: Teatro Español y Producciones Come y Calla

Adaptación: Lydia Cacho y José Martret

Dirección: José Martret

Intérprete: Marina Salas

Calificación: 3 estrellas