Poesía y memoria a partes iguales

Alberto Conejero sube a las tablas de la Sala B del Teatro Central esta obra, una suerte de teatro documental impregnado de poesía en torno a la memoria histórica

29 oct 2022 / 11:35 h - Actualizado: 29 oct 2022 / 11:37 h.
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  • Poesía y memoria a partes iguales

A partir de unos textos de unas niñas y niños de la escuela de Bañuelos de Bureba, Alberto Conejero y Xavier Bobés reivindican la memoria histórica con esta genial y poética pieza de teatro documental que sitúa la interpretación, la manipulación de los objetos y los audiovisuales en un mismo plano.

El relato gira en torno a la experiencia de Antoni Benaiges, un maestro catalán republicano que quiso demostrar que la letra no entraba con sangre pero sí que podía meterse en la sangre de sus alumnos hasta hacerlos seres libres con capacidad de pensar y dirigir sus vidas. Para ello compró con su propio dinero (y el de su familia y amigos que le ayudaron en el empeño) un gramófono y una pequeña imprenta, con la que sus alumnos editaron unos cuadernillos trimestrales. El de los mayores se tituló Signos, y el de los más pequeños Recreo. Conejero tuvo acceso a uno de ellos en los que los alumnos volcaban la idea que tenían del mar, que nunca habían visto, ya que nunca habían salido de las lindes de su pueblo, Bañuelos de Bureba (Burgos).

La obra comienza con un monólogo de Antoni Benaiges que, a manera de prólogo, nos va contando en primera persona su firme vocación de maestro y su periplo en aquel pueblo rural que sometía a sus habitantes a unas durísimas condiciones de vida lo que, lejos de desalentarle le supuso un incentivo. Todo eso Benaiges, interpretado con maestría por Sergi Torrecilla, nos lo cuenta con todo lujo de detalles, tal vez demasiado porque, dada su impronta narrativa, su discurso define un ritmo un tanto tedioso. Pero por fortuna una vez hechas las presentaciones los objetos y los audiovisuales cobran vida y Conejero centra la dramaturgia en ellos para, a partir de ahí, elaborar un discurso sumamente poético y evocador que, aunque se adentra en un tema tan duro como la reivindicación de la memoria histórica, nos produce una emoción que más que doler nos reconforta.

En ese sentido cabe destacar la elección de contar esta historia con los objetos: los pupitres con ruedas, la pequeña imprenta, la caja de las letras, los cuadernillos, los plumieres y lápices, la pizarra, el gramófono..., objetos sencillos a los que Xavier Bobés y Sergi Torrecilla, con encomiable dominio, imprimen un halo romántico y nostálgico en escena.

Y tras haber escenificado el horror los fusilamientos solo con una silla que el protagonista deja caer al suelo, las voces ancianas que vivieron la experiencia en primera persona se adueñan de la escena para ahondar en la bondad y la entrega de su maestro, Antoni Benaiges, que retrasó sus vacaciones unos días para llevar a sus alumnos a ver al mar, y le pilló el ominoso “Alzamiento” en Burgos, donde unos días más tarde, el 25 de julio de 1936, fue fusilado a manos del ejército franquista.

Obra: El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca

Lugar: Teatro Central, 29 de octubre

Producción: Teatre Nacional de Catalunya, Xavier Bobés y Festival FITT de Tarragona

Autoría y dirección: Alberto Conejero y Xavier Bobés

Dramaturgia: Alberto Conejero, a partir de textos de las niñas y niños de la escuela de Bañuelos de Bureba, de su profesor Antoni Benaiges, Marina Garcés

Espacio escénico: Pep Aymerich

Audiovisuales: Albert Coma

Música Original: Antonio José Martínez

Espacio sonoro: Julià Carboneras

Iluminación: Jou Serra y Mario Andrés Gómez

Asesoramiento documental y fotografías: Sergi Bernal

Intérpretes: Xavier Bobés y Sergi Torrecilla

Calificación: 4 estrellas