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Iborra, junto a Benjamín haciendo entrega de 33 cajas con balones y otros objetos para los niños de Guinea Ecuatorial. / @BZarandona
Vicente Iborra es uno de los grandes estandartes del Sevilla actual. Su implicación en el proyecto desde el primer día, su valioso rendimiento sobre el césped y su comportamiento le han erigido en un referente dentro y fuera del campo para el sevillismo. Todas esas virtudes terminaron dándole el brazalete de capitán y la consideración de peso pesado dentro del vestuario. Si hay que hacer algo, ahí está Iborra; si hay que dar la cara en los momentos malos, ahí está él también...
Iborra se ha ganado a pulso el respeto de todos y sus condiciones futbolísticas vuelven a hacer de él una pieza codiciada. No hay mercado, invernal o estival, en el que carezca de protagonismo. Basta mirar al actual o retroceder al pasado mes de enero para comprobarlo, aunque uno de los momentos clave de su paso por el Sevilla se vivió en los últimos días del pasado mercado veraniego. Iborra recibió una gran oferta del Sunderland y estuvo a punto de hacer las maletas. Una reunión entre el resto de capitanes con el entonces director deportivo frenó su marcha.
«Fue una oferta muy importante y la operación estuvo muy avanzada. A última hora, en Valencia, después del partido contra el Villarreal, los capitanes hablaron conmigo para intentar que Vicente se quedara. Es un caso parecido al de Coke. Es decir, íbamos avanzando y por dentro pensaba que otra vez tendría que decir lo que dije de Coke: que había hecho una operación que no quería hacer. Afortunadamente conseguimos unir todas las piezas del puzzle y logramos lo que todos queríamos», explicó Monchi, quien llegó a definirle con estas palabras: «Es un lujo para cualquier plantilla, un referente para nosotros, un símbolo de lo que significa la ideología del Sevilla».
AQUEL GRAN DÍA ANTE BERIZZO. Habrá que ver lo que da de sí el presente verano y los planes de Eduardo Berizzo respecto a Iborra, pero a buen seguro el nuevo técnico tendrá información sobre el que todos en el club consideran un nexo dentro del vestuario a la hora de convertir al plantel en un grupo unido año tras año. Pero, más allá de eso, el técnico argentino pudo ver en primera persona la capacidad de Iborra sobre el césped hace unos meses, cuando marcó tres goles al Celta en Balaídos.
El Sevilla sabe que su capitán vuelve a ser codiciado y es el momento de demostrarle a las claras que cuenta con él.