Crónicas dominicales

A las grandes fortunas no les afecta la Covid-19, al revés: crecen

¿La pandemia ha llegado con un pan bajo el brazo para algunos? Sin duda. La Bolsa ha subido un escándalo para determinadas grandes empresas, el mercado inmobiliario llena los bolsillos de otros y la venta online se ha disparado más todavía a causa del miedo al virus

16 ene 2022 / 04:00 h - Actualizado: 16 ene 2022 / 04:00 h.
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  • El fundador de Tesla y SpaceX, Elon Musk. / EFE
    El fundador de Tesla y SpaceX, Elon Musk. / EFE

Milmillonarios, millonarios, ricos, clases medias, pobres, muy pobres, mendigos, desheredados, vulnerables en general. “Siempre habrá ricos y pobres”, nos decían cuando éramos niños y jóvenes nuestros mayores. Vale, uno quiere cambiar el mundo y el mundo termina por cambiarte, pero, ¿tantas distancias entre unos y otros? ¿Unos son listos y los otros idiotas?

A vueltas con el dinero

Roberto Cataldi, médico de profesión y ensayista, cultivador de humanidades, para cuyo desarrollo creó junto a su familia la Fundación Internacional Cataldi Amatriain (FICA), ha reflexionado hace poco sobre la dualidad ricos-pobres. La verdad es que su reflexión no lleva a parte concreta alguna, salvo a lo de siempre, a concluir que es necesario que seamos buenos los unos con los otros; sin embargo, despliega un breve repaso sobre el tema del dinero según el pensamiento de eximios nombres. Así, señala que “el tema de la riqueza, o de los ricos, siempre está presente en el debate social, incluso la Biblia lo consigna. Pero mucho antes había sido tratado por los griegos. Tales de Mileto, un filósofo presocrático del Siglo VI antes de Cristo, que consideraba el agua como principio de todas las cosas, habría sido el primer financista de Occidente. En efecto, decidió incursionar en las finanzas debido a las burlas que recibía por su condición de filósofo que lo habría llevado al hundimiento económico”.

Aristóteles, sobre la base a sus conocimientos de astronomía, predijo que habría una gran cosecha de aceitunas y empleó todo su capital en alquilar molinos destinados a obtener aceite de las aceitunas. Al parecer nadie le creyó, los dueños de las tierras no sabían qué sucedería en la próxima temporada, pero cuando la predicción se hizo realidad obtuvo grandes ganancias, y dejó en claro que los filósofos podían ser ricos gracias a la sabiduría que tenían, sin embargo, preferían tener sólo el dinero que necesitaban.

Cataldi escribe además sobre la conocida dicotomía histórica que sitúa al protestantismo como origen del mundo rico y poderoso de hoy mientras que el catolicismo ha contribuido justo a lo contrario. Así, Max Weber consideró que la ética del trabajo del protestantismo desempeñó un papel fundamental en el desarrollo del capitalismo. En efecto, el énfasis calvinista por el trabajo duro y el llevar una vida frugal acercaban el individuo a Dios, y esto explicaría por qué las poblaciones protestantes tienen economías exitosas, lo que haría que el afán de lucro sea visto como una virtud y no como un vicio. En sentido contrario, algunos críticos ven en el germen de la pobreza de América Latina y otras regiones la influencia doctrinaria del catolicismo y el culto por el pobrismo como superioridad moral. No obstante, para Adam Smith la búsqueda de ganancias aun mediando el egoísmo haría que los efectos sociales positivos superen moralmente a sus dificultades o problemas.

Con todo, se ha llegado a una situación de hastío general -empezando por los países protestantes- derivada de la errónea actuación de la política con motivo por ejemplo de la crisis de 2007-2008 que ha dado lugar al surgimiento de populismos. No termina la codicia de una minoría, hay tasas de pobreza escandalosas y los privilegiados no sueltan sus privilegios, como es lógico. Ahí tenemos el ejemplo de la pandemia como un nuevo acto que nos hace sospechar si es que acaso los males de la especie humana poseen difícil remedio o simplemente hay que afirmar que por ahora carecen de él.

El rey de las bolsas y de los coches eléctricos

Elon Musk y Jeff Bezos han sido los hombres más ricos del mundo en 2021. Cristina Martín en Hispanidad nos informaba de que Elon Musk, que fue elegido persona del año 2021 por la revista Time, tiene otro motivo para afirmar que el año pasado fue muy bueno para él: lidera el ranking de las 20 mayores fortunas del mundo, a las cuales no les ha afectado el Covid porque han crecido un 30%.

Es decir, hasta unos 440.000 millones de euros, según cifras de Bloomberg que ha recogido El País, gracias al fuerte incremento de las bolsas y los mercados inmobiliarios durante el año pasado. La fortuna del fundador y CEO de Tesla ha ascendido a unos 273.500 millones de dólares, debido fundamentalmente a que las acciones del fabricante de coches eléctricos se han disparado un 50% en 2021. Recientemente, Musk ha vendido algunos paquetes de acciones, pero aún controla el 17% del capital de Tesla.

Jeff Bezos, fundador de Amazon, disfruta de una fortuna de 194.200 millones de dólares. Junto a Musk, lleva tiempo liderando los distintos rankings de los hombres más ricos del mundo. Poco después de iniciarse la pandemia, sólo entre los meses de junio y agosto de 2020, las ventas online aumentaron en España un 15 por ciento; en 2021 casi llegaron al 70%. Por esas fechas, en julio, Amazon había aumentado sus ventas en un 27% a nivel mundial, con unos ingresos de 95.250 millones de euros. Tras Bezos, cierra el podio de los tres primeros milmillonarios el francés Bernard Arnault, presidente y CEO del grupo francés líder mundial en artículos de lujo Moët Hennessy Louis Vuitton (LVMH), con un patrimonio de 177.100 millones de dólares.

Entre las 20 mayores fortunas del mundo en 2021 sólo hay un español: Amancio Ortega, fundador y principal accionista de Inditex. En concreto, ocupa el puesto 16, con un patrimonio de 67.200 millones, tras el mexicano Carlos Slim, que se ha colocado en el 15 con 73.500 millones.

(Les diré algo en voz baja: todos los nombres citados menos Ortega mantienen acciones en medios de comunicación relevantes que crean opinión pública, pero, claro, ellos dicen que no se inmiscuyen en la libertad de los periodistas y yo soy Felipe el Hermoso, para servirles).

Forrarse con el virus

Vanguard y BlackRock, dos fondos de inversión USA que, como Dios, están en todas partes, por supuesto también en los medios de comunicación, son los principales dueños del negocio farmacéutico de las vacunas. Vanguard Group posee 456,2 millones de acciones de Pfizer, que representan el 8,1% del total de acciones en circulación. BlackRock posee 407 millones de acciones de la citada empresa, que representan el 7,3% del total de acciones. De Moderna, ambos fondos mantienen casi el 7% de las acciones, situándose como socios principales junto a Baillie Gifford and Company, un holding de empresas con sedes principales en Escocia y Japón.

En los primeros seis meses de 2021 Pfizer había ganado 11.000 millones de dólares y Moderna 70.000. A algunos analistas como a Juan Ramón Rallo les parecía una minucia. El enfoque de este especialista es muy interesante y dista mucho de la opinión general: “Son las masas de consumidores -escribe- las que salen especialmente beneficiadas del desarrollo y de la innovación económica que consigue impulsar el capitalismo: los empresarios, los innovadores y los accionistas logran apropiarse, sí, de una parte de ese pastel que ellos han creado para el mayor deleite de los demás, pero se trata de una porción del pastel que, en términos generales, suele ser diminuta... tanto más cuanto mayores sean las dinámicas competitivas dentro de un mercado. A todos aquellos que les parezcan obscenos los beneficios de algunas grandes empresas no amparadas en privilegios gubernamentales, que recuerden que mucho mayores (¿mucho más obscenas?) han sido las ganancias de bienestar que ha experimentado el resto de la sociedad”.

Pues ya lo sabemos, además de nuestros brazos para pincharlos y los dineros públicos que se han llevado las farmacéuticas y sus inversores con la Covid-19, vamos a tener que hacer una cuestación estilo Domund, no sea que quiebren.

Sin embargo, Rafael Bernardo, en TVE, no parecía de la misma opinión que Rallo. Hace un año, por estas mismas fechas, se nos decía esto: Las razones que llevan a las farmacéuticas a convertirse en uno de los negocios más cotizados son las siguientes:

■ 1. Por las inversiones realizadas por los Gobiernos para ayudar a los laboratorios a inventar las vacunas. Es decir, el apoyo público a la investigación.

■ 2. Por las “precompras” de vacunas realizadas por esos mismos Gobiernos: según Médicos Sin Fronteras, al menos 12.000 millones de dólares de dinero público se habrían dedicado a apoyar la investigación de las seis principales vacunas y su compra anticipada.

■ 3. Por las subidas en Bolsa de las compañías que tienen éxito en desarrollar la vacuna: las empresas que han registrado los principales avances han visto multiplicarse su valor en los mercados: Moderna x8, BioNTech x4

Unos por otros la casa humana -el planeta- sin barrer, así va a ser complicado que los deseos solidarios del filántropo Roberto Cataldi se cumplan: nunca estamos contentos con lo que tenemos, aunque sean unos miserables 11.000 millones de ingresos en una primera tanda o una de las primeras.