Abengoa requiere 1.351 millones para subsistir este año

La ingeniería remite a la CNMV los detalles del plan financiero que negocia con los bancos acreedores, con los que debe alcanzar un acuerdo antes del próximo 28 de marzo

17 feb 2016 / 10:16 h - Actualizado: 17 feb 2016 / 10:16 h.
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  • Sede de Abengoa en Palmas Altas. / José Luis Montero
    Sede de Abengoa en Palmas Altas. / José Luis Montero

La ingeniería andaluza Abengoa estima en 1.351 millones de euros la necesidad más acuciante de liquidez para sobrevivir a lo largo de este ejercicio, una cantidad que desglosa en dos partidas: de un lado, 826 millones –ya incluido el impacto de la venta de activos no estratégicos prevista-, así como garantías adicionales por importe de 525 millones para poder reactivar de forma rápida la entrada de nuevos proyectos. Es el planteamiento que ha realizado la compañía a los bancos acreedores en su plan financiero, en el que recoge además la petición de otros 304 millones para el año 2017. En total, requiere 1.655 millones en los dos próximos años.

En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) a última hora de anoche, Abengoa desgranó las claves del plan de viabilidad que está negociando con la banca para eludir el concurso de acreedores y que sitúa en 5.395 millones de euros el valor de la nueva compañía, que una vez saneada y centrada en las actividades de ingeniería y construcción, podría generar 1.000 millones entre 2017 y 2020, según sus estimaciones, elaboradas junto con la consultora Álvarez & Marsal. El análisis de Abengoa se ha basado en el estudio de 200 proyectos que suman más de 2.500 millones de euros de la cartera total de 8.600 millones con la que contaba a fecha de diciembre de 2015.

Abengoa trata de convencer a los acreedores de que le insuflen este oxígeno financiero aduciendo que la firma tiene un valor siete veces superior si sigue en actividad que el que tendría en fase de liquidación y que basa en continuar con aquellos proyectos de valor en cartera pero minimizando sus exigencias financieras; una parte equilibrada de proyectos de concesión según la disponibilidad financiera y la identificación de socios sólidos; reducir los costes de estructura; venta de activos no estratégicos y compromiso con los proveedores, fundamentalmente.

Los números con los que la compañía negocia recogen, además, la expectativa de ingresar 473 millones de euros entre 2016 y 2017 fruto de las desinversiones en activos no estratégicos, al tiempo que contempla la reducción del coste base de la empresa desde los 450 millones de 2015 hasta los 246 millones en el horizonte de 2018. Asimismo, plantea la salida de proyectos que requieren un alto nivel de financiación, lo que se traduciría en una reducción de las necesidades de liquidez de 2.095 millones en los dos próximos años.

El objetivo del plan propuesto, aseguran, es evitar riesgos financieros excesivos en la fase de desarrollo de los proyectos y limitar la capacidad para financiar con garantías corporativas y analizando proyecto por proyecto. En definitiva, el nuevo modelo pretende restablecer la credibilidad ante todos los agentes, reconociendo los errores del pasado y proponiendo un modelo de negocio menos intensivo en necesidades de caja.

Así, el plan industrial concentra la actividad en un número menor de países y de líneas de negocio, aquellos en los que la compañía tiene más ventaja competitiva en base a su tecnología, y asegura que la gestión financiera de cada proyecto será individualizada y sometida a nuevos controles y análisis. Se hará asegurando la disponibilidad de apoyo financiero necesario antes de entrar a un nuevo proyecto .

No obstante, el plan de viabilidad de la andaluza, que tiene como límite el 28 de marzo para alcanzar un acuerdo que le evite la solicitud del concurso de acreedores, también advierte de los riesgos del proceso (al inicio del documento deja bien claro que las cifras recogidas son estimaciones y cálculos que no pueden garantizarse). De este modo, considera que algunos costes de salida pueden ser más altos que los previstos inicialmente, que la falta de nueva financiación puede derivar en la ejecución de activos, el retraso de proyectos y sobrecostes añadidos con el riesgo de vencimientos de estos proyectos, además de que una prolongación de las negociaciones durante el preconcurso puede hacer que los inversores pierdan interés en comprar determinados activos, y que la falta de adhesión y de avales puede perjudicar la adjudicación de futuros proyectos.

En la apertura del mercado continuo, los títulos de Abengoa eran los que lideraban la subida, con una revalorización del 6,75 por ciento tras conocer los detalles del plan,