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La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, en una fotografía de archivo. EFE/Zipi
El Banco Santander ha condenado este lunes la invasión de Ucrania por parte de Rusia y ha anunciado que no hará nuevos negocios con empresas rusas, al tiempo que ha recordado que no tiene «presencia ni apenas exposición directa» en ninguno de los dos países.
En un comunicado remitido hoy, el banco se solidariza con la población de Ucrania, explica que está «en permanente contacto» con las autoridades, «en particular con las europeas», y que aplica «las sanciones internacionales».
Asimismo, recuerda todas las medidas tomadas la semana pasada, que van desde la eliminación de las comisiones a todas las transferencias permitidas que se realicen a Ucrania desde Europa, a la suspensión de las comisiones de cuentas y tarjetas para clientes ucranianos en Polonia, el uso gratuito de los cajeros automáticos, y el acceso permanente a dinero en efectivo en oficinas y cajeros.
La prioridad del banco es «ayudar en la crisis humanitaria», dice la nota, que recuerda la donación inicial de un millón de euros realizada la semana pasada a Cruz Roja y Acnur, así como su intención de igualar las donaciones adicionales que hagan sus empleados.