Una de las preguntas que nos debemos hacer es ¿Qué es la Listeriosis? Según concluyen los expertos esta patología es una infección que causa la bacteria Listeria monocytogenes. Las personas raramente la portan y es difícil de trasmitir, excepto por alimentos contaminados de la bacteria. Las estadísticas coinciden que es extremadamente grave por su alto grado de mortalidad, pues ronda el 30%.
Claves sobre la Listeriosis
Los grupos de riesgo para la Listeriosis son ancianos, bebés, embarazadas, enfermos crónicos y personas con bajas defensas, por usar un lenguaje cercano. Esquivamos la complejidad del lenguaje clínico. En tales grupos la mortalidad se amplía hasta un 70% aproximadamente. Por esta razón el tratamiento de antibióticos, que suele ingerirse durante tres semanas, es fundamental e imperioso cuando se diagnostica el contagio bacteriano.
Al efecto de tranquilizar a la mayoría de lectores, raramente las personas ajenas a los grupos de riesgo indicados pueden verse afectadas por las devastadoras consecuencias de la bacteria en el cuerpo humano. Los síntomas más genuinos de la Listeriosis son fiebre y dolores musculares. En un buen número de ocasiones van precedidos por diarrea u otros percances gastrointestinales.
Quienes son diagnosticados de Listeriosis tienen una infección invasiva. Lo dicho entraña que las bacterias trasmisoras de la patología se propagan desde los intestinos al torrente sanguíneo, a órganos vitales o a otros lugares del cuerpo. La enfermedad pude tardar en manifestarse entre los pocos días de ser contaminados hasta unos dos meses tras ingerir alimentos infectados.
El brote epidémico español de Magrudis ha sido, según los expertos, especialmente virulento. Se acortó el período de incubación de la bacteria desde la media de cinco semanas. Los diagnósticos de la enfermedad que causa la bacteria se analizan en laboratorio. La alta efectividad se logra mediante cultivos sobre muestras sanguíneas.
La prevención
La Listeriosis puede evitarse fácilmente. Digamos que es difícil contraerla espontáneamente a no ser que se ingiera un alimento contaminado. Es importante señalar que el contagio es exclusivamente hasta el tubo digestivo humano. No se propaga por otras vías (respiratoria, de contacto, sexual, etc...).
Para evitar contraer la infección durante el embarazo, hay que tomar algunas precauciones alimentarias como evitar ingesta de verduras crudas o poco cocidas. Las preferencias de embutidos envasados a los que se adquieren ‘al corte’ es una buena idea. No debe obviarse cocer alimentos conservados en el refrigerador antes de ingerirlos.
Tampoco debe comerse la envoltura o corteza de quesos blandos tipo fresco, blanco, Panela, Brie, Camembert, azules o feta (asegúrense que ponga en la etiqueta ‘elaborado con leche pasteurizada’). Hervir la leche cruda o pasteurizada antes de consumirla y no fiarse de los productos artesanales son otras claves para evitar sorpresas con la Listeriosis. La artesanía en el cuerpo humano tiene riesgo alto de indisponerlo.
Por otro lado, es necesario lavarse las manos antes de comer y tras haber manipulado alimentos crudos. Otro consejo que no debe echarse en el cajón del olvido es limpiar y desinfectar regularmente el refrigerador y congelador que todos tenemos en casa.
Según la pequeña historia de la Listeriosis en la década de los noventa del pasado siglo, las contaminaciones estuvieron vinculadas principalmente a embutidos y salchichas. En el presente siglo los brotes de Listeria generalmente están vinculados a productos lácteos, frutas y verduras. Los investigadores han aislado brotes recientes entre quesos blandos, apio, vegetales germinados, melón y helado.
La moda ‘veggie’, dietas ‘bio’ y modas ‘trending topic’ tan populares estos días ponderaron los germinados. Estos vegetales merecen un aparte para evitar visitas al médico u hospitales por contaminación. Los germinados necesitan condiciones cálidas y húmedas para brotar y crecer. Estas condiciones son perfectas, también, para que crezcan las bacterias, entre ellas las de la Listeria, Salmonella y E. coli.
Se recomienda para personas con riesgo más alto (embarazadas, seniors y personas inmunodeprimidas) no comer ningún germinado crudo o poco cocido. Se ha especial énfasis en los de alfalfa, trébol, rábano y frijol chino). Deben cocinarse, los germinados, para reducir el riesgo. La cocción completa mata las bacterias patógenas. Es imperioso saber que las bacterias no se eliminan lavando los germinados. Estos resisten al agua y desinfectantes más o menos ‘ecológicos’. Sólo una alta temperatura (+80’) mediante cocción mata los micro organismos.
Otra recomendación adecuada es que cuando visitemos un restaurante pida que, por favor, no se le agreguen germinados crudos al plato deseado. Si se compra un sándwich, ensalada o comida oriental preparada, es recomendable comprobar que no contenga germinados crudos.
Estos pequeños ‘tips’ evitan muchos problemas de salud. La moda vegana o ‘estar a la última’ puede adelgazar o agilizar tanto que podemos acabar el cementerio en el peor de los casos. Nada improbable es precisar ayuda médica o asistencia hospitalaria. Las lecciones que nos ha dado la epidemia de Listeriosis no deben dejarnos de comer carne mechada, ni dejar de ser veganos. Es muy importante saber que las autoridades y controles oficiales están hoy más ‘alerta’ que antes ante nuevos brotes bacterianos.