La parroquia del Corpus Christi de Sevilla celebrará este jueves el entrañable rito de bendición de mascotas con motivo de la festividad de San Antonio Abad, San Antón, protector de los animales.
Por tercer año consecutivo, la ceremonia comenzará a partir de las 18.30 horas en el Jardín de la Palmera, una zona verde que tiene este templo parroquial localizado en el número 39 de la avenida de la Palmera.
“Nos congregamos y hacemos una sencilla oración tras la que se produce la bendición de los animales que van trayendo los vecinos y demás feligreses”, ha explicado el párroco Jesús Donaire, quien en 2016 instauró esta fiesta de San Antón que es “muy típica” en otros puntos de España y algunos templos de la ciudad, como la capilla de la Primitiva Pastora de Santa Marina (también este jueves 17 a las 20.30 horas) o la parroquia de Santa María de las Flores y San Eugenio (este domingo 20 de enero en la misa de 13 horas), entre otras.
“Entonces nos lanzamos para ofrecer este tipo de bendiciones. Siempre que la bendición que caiga del cielo sea para todos, eso siempre viene bien”, ha apuntado el sacerdote, que anima a los vecinos a acudir con sus animales de compañía para recibir el agua bendita en la festividad de San Antón.
Los ‘panecillos’ de San Antón
En este ceremonial tiene lugar también la bendición de los denominados ‘panecillos’ de San Antón. Se tratan de unos panes benditos que la parroquia del Corpus Christi encarga a las monjas del convento de Santa Inés de Sevilla para distribuir a un módico precio. Lo recaudado se destina cada año a una obra de la parroquia.
En esta ocasión servirá para acometer los trabajos de reparación de las filtraciones de agua, humedades y demás problemas que tienen los salones parroquiales, el archivo y toda la zona baja de las dependencias parroquiales.
San Antón
El santo Antonio Abad descubrió la sabiduría y el amor divinos observando la naturaleza; de esa revelación, pasó a bendecir habitualmente animales y plantas. Tras su muerte, fue invocado como patrón de ganaderos y protector de animales domésticos.
Según el Catecismo de la Iglesia Católica (2415) “el séptimo mandamiento exige el respeto de la integridad de la creación. Los animales, como las plantas y los seres inanimados, están naturalmente destinados al bien común de la humanidad pasada, presente y futura. El uso de los recursos minerales, vegetales y animales del universo no puede ser separado del respeto a las exigencias morales. El dominio concedido por el Creador al hombre sobre los seres inanimados y los seres vivos no es absoluto; está regulado por el cuidado de la calidad de la vida del prójimo incluyendo la de las generaciones venideras; exige un respeto religioso de la integridad de la creación”. Y continúa diciendo que (2416) “los animales son criaturas de Dios, que los rodea de su solicitud providencial. Por su simple existencia, lo bendicen y le dan gloria. También los hombres les deben aprecio. Recuérdese con qué delicadeza trataban a los animales san Francisco de Asís o san Felipe Neri”.