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La Cena
Besamanos de la Virgen del Subterráneo en la capilla del Sagrario de San Román. / Foto: Hdad. Cena
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Procesión
La Inmaculada del Corpus visitó ayer el Hospital Infantil del Virgen del Rocío. / Foto: Hdad. Corpus
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El Viso del Alcor
El artista Benítez Carrión con los responsables del dorado y la carpintería del retablo. / Foto: M.G.
Bodas de oro en Las Penas de San Vicente
La hermandad de Las Penas compró en 1968 la cruz de carey y plata al Nazareno de Écija, quien a su vez, con el dinero que recibió, adquirió un manto de la dolorosa de Los Negritos
Es una de las joyas más preciadas de la Semana Santa de Sevilla. También la seña de identidad de una de las cofradías de ruan del Lunes Santo. Se trata de la cruz de carey y plata que porta sobre sus hombros Nuestro Padre Jesús de Las Penas. El próximo año, en 2018, se cumplirá medio siglo desde que el Nazareno Caído de San Vicente la sacara por primera vez en procesión. Corría entonces 1967 cuando Ricardo Comas avisaba de que en la provincia existía un singular madero que podía encajar a la perfección con la iconografía del Señor. En concreto, era de la hermandad de Jesús Nazareno de Écija. La cofradía astigitana puso a la venta esta cruz de carey y plata para hacer dinero con el que adquirir para su dolorosa un manto de la Virgen de los Ángeles de Los Negritos. Finalmente cuajó la operación y tras conseguir el permiso del cardenal Bueno Monreal, en 1968 se procedió a la compra de esta obra del siglo XVIII (entre 1734-35) por parte de la cofradía de San Vicente. Cuentan que fue el propio Juan Carrero Rodríguez, padre de la estética de la hermandad, el que trajo en su coche la cruz hasta la capital. Una vez aquí, se sometió primero a un cuidado proceso de restauración que dirigió Carrero, y en el que participaron José Luna Martínez, los talleres de Roncero de Córdoba, Antonio Vega Jiménez y Jesús Domínguez, con los casquetes en plata de ley que se le añadieron. Es una obra única de estilo barroco que, a diferencia de otras, lleva la plata incrustada en las placas de conchas de carey. La hermandad quiere realzar este acontecimiento histórico y pretende que la próxima Cuaresma el Señor la lleve más tiempo de lo habitual, pues suele limitarse al quinario, besamanos y paso.
glorias
Semana electoral en San Antonio
Comienza una semana crucial en la Pastora de San Antonio. La hermandad vivirá este viernes su particular 21D con la celebración de elecciones anticipadas o «extraordinarias». Paz y Bien. Conforme pasan los días aumentan las inquietudes entre los hermanos. También las preguntas sobre unos comicios que llegan con la mochila repleta de dudas para lo que debería de ser una nueva etapa... «¿con los mismos protagonistas?». Paz y Bien. La desorientación se palpa en San Lorenzo, donde la calle se pregunta «cómo es posible que estén pasando estas cosas». Por ejemplo, «¿puede un miembro de junta que asiste a los cabildos formar parte a su vez de la comisión electoral que vela por la neutralidad del recuento?». «¿Quién ha dado el visto bueno?». Paz y Bien. Para remar todos unidos para llevar la nave pastoreña a buen puerto, tampoco parecen ayudar los continuos errores de forma que se han encadenado en los últimos meses con los tres envíos de cartas a los hermanos. Solo uno de ellos, el del 3 de octubre, fue con sello y firma de la máxima representación de la hermandad. También ha desconcertado que se haya empleado el mismo sobre de la hermandad para enviar una misiva como hermana mayor y otra como candidata pidiendo el voto. Lógicamente ninguna de ellas con rúbricas. «¿Qué validez puede tener?». Lamentablemente cada vez son más los hermanos que están haciendo su petate, cual José Antonio Labordeta, para apearse de una ruta con la que no se sienten identificados, aunque se les prometa a mano tendida diálogo y respeto a la diversidad de opiniones. Están convencidos de que para hacer grande a la hermandad, en el barrio y Sevilla, el camino ya estaba, «y bien trazado», de antes. Ya lo dijo el Señor: «Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados Hijos de Dios».
Provincia
La última gran obra de Benítez Carrión
El autor del imponente altar del Cachorro acaba de firmar su última gran obra. Se trata del nuevo retablo de la hermandad de la Amargura del municipio de El Viso del Alcor. Es de estilo barroco y combina de forma magistral zonas marmoleadas en tonalidades granate y verde, con otras doradas en pan de oro. Las dimensiones de la capilla que posee la cofradía en la parroquia de Santa María del Alcor han influido en el diseño. Según Pedro Benítez Carrión, «busca romper la horizontalidad» con la disposición y exorno de las tres hornacinas: la central para el Cautivo y las laterales para la dolorosa y el futuro San Juan. Para realizar la obra, de 4,60x4,10 cm, ha empleado un año entero. Se bendijo el pasado 8 de diciembre tras la función de la Inmaculada.