Cofradías

El ‘manto de Padilla’ renace en azul inmaculista

El taller de Mariano Martín Santonja ha restaurado y terminado el bordado del antiguo manto de salida de la Encarnación de San Benito de cara al 25 aniversario de su coronación del próximo diciembre

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
26 nov 2019 / 21:30 h - Actualizado: 26 nov 2019 / 21:30 h.
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La ‘Calzá’ está de fiesta aunque no sea Martes Santo. La proximidad de los actos y cultos de los 25 años de la coronación canónica de la Virgen de la Encarnación (1994-2019), prevista para el próximo mes, inunda de alegría las casas y calles del barrio. En esta cuenta atrás hacia las extraordinarias del 13 y 15 de diciembre, comienzan a conocerse los estrenos y novedades patrimoniales de un aniversario «soñado por todos» en San Benito.

Este martes se ha presentado la restauración del antiguo manto de salida de la dolorosa, bordado por Leopoldo Padilla en oro sobre un terciopelo rojo -más rojo que granate- entre 1959 y 1962 y siguiendo el estilo ornamental de las bambalinas del palio. El conocido como manto de Padilla ha recuperado todo su esplendor e incluso se han concluido los bordados de los laterales gracias al empeño de la junta de gobierno, la juventud y las cuadrillas de costaleros del palio y del Cristo de la Sangre, que, han promovido, por suscripción popular el coste de estos trabajos.

Como novedad, el manto ha renacido en un nuevo color: en terciopelo azul añil de «clara inspiración inmaculista», como bien ha recordado el bordador responsable de esta brillante tarea, Mariano Martín Santonja. «Antes era de color rojo, más rojo que grana, y desdecía un poco con el palio. Se llevó a cabildo y se aprobó su traspaso a terciopelo azul añil». El motivo estaba, argumenta, en las representaciones pictóricas sobre la Anunciación. «En todas ellas aparece la Virgen vestida con saya color jacinto y manto azul. Y es lo que se ha pretendido con la recuperación de este manto», explica Martín Santonja, que cuenta que además de limpiar las piezas, se ha procedido a la terminación del bordado, ausente en los laterales próximos a los candelabros de cola.

El ‘manto de Padilla’ renace en azul inmaculista
Trabajos de restauración del manto sobre el bastidor.

«No había boceto del manto totalmente bordado. Así, que se ha procedido a terminar el dibujo gracias a la intervención de Jesús Guerrero García, incorporando nuevos bordados en las zonas pendientes, junto a restituir la cenefa perimetral de la pieza. Para ello, se ha intercalado bordados antiguos y nuevos para dar mayor uniformidad a la obra»

Los trabajos en el taller de Martín Santonja se han prolongado durante nueve meses. El resultado es más que satisfactorio. «¡Parece nuevo! ¡Qué preciosidad!», han sido los comentarios más repetidos esta noche para la presentación del restaurado manto de Padilla en las dependencias de la hermandad de San Benito. Habrá que esperar ahora para ver en qué acto de los programados por el aniversario de la coronación lo portará la Palomita de Triana. ¿En los cultos extraordinarios? ¿O en la procesión de ida a la Catedral?

El ‘manto de Padilla’ renace en azul inmaculista
Así se encontraba el manto a su llegada al taller de Martín Santonja.

1990: la última vez en la calle

Este antiguo manto de salida de la Virgen de la Encarnación Coronada fue confeccionado por Leopoldo Padilla entre los años 1959 y 1962. La dolorosa de San Benito lo sacó hasta la Semana Santa de 1988, pues un año después estrenaría el actual manto de salida, una obra de Fernández y Enríquez.

Pero no fue la última vez que se vio en la calle: la Virgen de los Dolores del Cerro del Águila lo lució en su segunda estación de penitencia a la Catedral en 1990. Recientemente, ya en el siglo XXI, se ha podido ver en algún que otro culto interno, como altar de quinario o besamanos de la dolorosa.

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