La junta de gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora de las Nieves, presidida por Eduardo Manuel Pérez Caballero como hermano mayor, ha hecho pública la creación del Premio Justino de Neve, con el que vendrá a reconocer la labor que sea acometida por personas o por instituciones a favor del mantenimiento del patrimonio religioso, y en esta primera edición se le otorgará al arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo Peregrina, como gesto de agradecimiento por haber emprendido, durante sus años al frente de nuestra archidiócesis, la restauración y recuperación de buena parte del patrimonio eclesiástico, aspecto en el que el prelado mostró siempre un especial interés, muy particularmente, en las obras que se realizaron hace pocos años en la Iglesia de Santa María la Blanca, siendo clave su intervención para preservar esta joya del barroco sevillano con sus características yeserías.
La denominación de esta distinción es el nombre de Justino de Neve al haber sido canónigo de la catedral que hizo realidad en el siglo XVII la Iglesia de Santa María la Blanca, en las inmediaciones de la antigua Puerta de la Carne. Nacido en Sevilla en 1635, fue ordenado sacerdote con veintiún años y nombrado canónigo con treinta y tres, habiendo sido uno de los impulsores de las reformas llevadas a cabo en algunos templos hispalenses, entre los que destaca Santa María la Blanca, para cuya ornamentación encargó en 1665 a su íntimo amigo Bartolomé Esteban Murillo los lienzos del sueño del Patricio y la visita al Pontífice, pinturas que narran la historia de la advocación de las Nieves y de la fundación de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, y que fueron robados por el mariscal francés Soult durante la ocupación de comienzos del siglo XIX, conservándose hoy en el Museo del Prado, en Madrid. Justino de Neve, además, fue fundador del Hospital de los Venerables Sacerdotes, Juez de Cruzada y diputado para las fiestas de la canonización de San Fernando.
El pasado curso académico, la corporación letífica de las Nieves creó también un foro que lleva el nombre de este ilustre personaje, tratándose de una plataforma cultural para dar a conocer y poner en valor el gran potencial que atesora Santa María la Blanca tanto por su historia como por el entorno -el barrio de Santa Cruz y la Judería- y por el propio templo. El objetivo es constituir un espacio de intercambio de conocimientos en torno al potencial de la sede de la hermandad y su histórica collación. Y entre otros fines se halla este galardón, que monseñor Asenjo recibirá el próximo domingo 16 de octubre, a las 13 horas, cuando quede una semana para la salida procesional de Nuestra Señora de las Nieves.