Migrantes, personas, organizaciones y gobiernos

El trabajo de Marina Pérez analiza las causas y consecuencias de las migraciones internas en Senegal, donde miles de personas se juegan la vida cada año buscando una vida más digna

h - Actualizado: 30 jun 2018 / 23:30 h.
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La ecuación general de la demografía de una determinada población está integrada por cuatro términos: tasa de natalidad, tasa de mortalidad, tasa de inmigración y tasa de emigración. Si una población no es cerrada, las tasas de emigración e inmigración son relevantes para su mantenimiento. Las migraciones, a lo largo de la historia, han determinado las rutas de la humanidad –recomendamos leer Atlas de las Migraciones, 2010, Le Monde Diplomatique en español y UNED–. A lo largo de la historia han habido migraciones deseadas y migraciones forzadas. Estas últimas han sido abundantes. Hay migraciones ambientales y migraciones por conflictos bélicos, ambas no deseadas.

Actualmente existe una grave crisis migratoria, lo cual genera una crisis humanitaria ante las puertas cerradas de la Segunda Guerra Mundial. Los grandes movimientos de personas no se generan de un día para otro. Las grandes crisis tiene causas múltiples y complejas –ver Temas para el debate, 16, 2016, Los refugiados–. En la red circula un WhatsApp relacionado con las migraciones. Aparecen muchas caras de personas migrantes y un texto que dice «una avalancha de emigrantes ha invadido tu móvil. Puedes acogerlos o hacer como los italianos y enviárselos a otro hasta que lleguen a Sánchez». Aparece la palabra invasión, todo un indicador. Se alude al comportamiento de un determinado país y la actitud de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España.

Existen cientos de miles de migrantes, hay organizaciones, países y grupos de países y también personas. Personas solidarias y sociales. Este mes de junio se ha presentado en la Facultad de Biología de la Universidad de Sevilla, en el ámbito del Departamento de Biología Vegetal y Ecología, un trabajo fin de Grado (TFG) denominado Causas y consecuencias de las migraciones ambientales en Senegal. Su autora es Marina Pérez Bermejo, y el tutor del trabajo ha sido el profesor Jesús Manuel Castillo Segura, autor del libro Migraciones ambientales. Huyendo de las crisis ecológica en el siglo XXI, 2011, Virus editorial. El trabajo fue muy reconocido por el tribunal, alcanzando la calificación de 10. Marina es una bióloga valiente y comprometida, una mujer social y humana.

Esta actitud ante la vida le llevó, de la mano de organizaciones solidarias, a desplazarse a Senegal y allí, con la ayuda de personas sobre el terreno, tratar de entender el problema de las migraciones ambientales en Senegal y, con ello, alcanzar una mejor comprensión del problema global de las migraciones y sus causas. A continuación explicaremos algunos de los resultados de este trabajo.

El cambio climático trae consigo muchas consecuencias, unas menos conocidas que otras, como es el caso de las migraciones ambientales de millones de personas en todo el mundo. Una de las zonas más afectadas por este fenómeno es el África subsahariana, en concreto el país de Senegal, donde cientos de miles de personas se ven obligadas a marcharse de las zonas rurales a las grandes ciudades debido a diversos motivos socioeconómicos combinados con problemas medioambientales, como la desertización relacionada con el cambio climático.

En el trabajo de Marina se analiza, a través de encuestas realizada en Dakar –capital de Senegal–, las causas de las migraciones internas en este país y sus consecuencias. Una importante conclusión del trabajo al que nos referimos es que conforme más estrecha sea la relación productiva de las comunidades humanas con su entorno natural, más afectadas se verán por las consecuencias ambientales locales inducidas por el cambio climático. En el TFG se manifiesta que «la lluvia en Senegal ha descendido un 50 por ciento en los últimos veinte años, lo que dificulta el abundante cultivo del cacahuete y alienta la emigración hacia Europa –al Estado español, fundamentalmente–. Además de las sequías, muchos agricultores sufren problemas de salinización de sus tierras de cultivo y de las aguas de riego. Por si esto fuera poco, el cultivo en laderas con fuertes pendientes y el monocultivo continuado está provocando pérdidas de suelo y cultivos relacionadas con erosión edáfica. Además, Senegal sufre una fuerte deforestación».

Esta situación está llevando a muchos habitantes del medio rural a migrar a las ciudades senegalesas, donde aumentan los problemas sociales y ambientales de todo tipo. Las ciudades constituyen el espacio de llegada de muchos migrantes, generándose barrios desfavorecidos en lo que Mike Davies denomina ciudades miseria, en el marco de un Planeta de ciudades miseria, título de un célebre libro de este autor. La ciudad de Dakar es receptora de muchos migrantes. La población de Dakar era de 2.318.004 en 2013 y de 3.215.000 habitantes en 2017. Para la autora del trabajo, cabe destacar el bajo número de mujeres participantes en la encuesta –17,3 por ciento–, que no debe sorprender ya que en Senegal la mayoría de las mujeres tienen un papel esencial en la casa y son las encargadas de las tareas domésticas. Además, las mujeres migran menos, aunque el número de mujeres migrantes se está incrementando.

La mayoría de los migrantes en Dakar vienen de zonas rurales y existe un grave problema de éxodo rural. Las migraciones tienen múltiples causas, pero la causa principal que empuja a migrar es la falta de trabajo derivada de la desertización y la falta de medios de adaptación al cambio climático. Un dato relevante del trabajo, basado en las encuestas realizadas, es que la mayoría de los encuestados, posiblemente, está inmerso en un proyecto migratorio más amplio que simplemente migrar a Dakar. Al 61 por ciento de las personas encuestadas le gustaría migrar y de ellos, un 73,6 por ciento lo haría a Europa y un 12,9 por ciento al continente americano.

Evidentemente, se producen alteraciones culturales y sociales como resultado de las migraciones. Los barrios de miseria de muchas ciudades son exponente de ello. Para Marina, como conclusión final de su trabajo, miles y miles de personas se juegan la vida cada año buscando una vida más digna, con los problemas económicos, sociales, políticos y ecológicos que esto conlleva para la población de Senegal y que están relacionados, en gran parte, a la actuación de los países desarrollados, colonialistas o enriquecidos, que fueron, al fin y al cabo, quienes comenzaron con los cambios sociales, políticos y ambientales que están en el origen de la mayoría de las migraciones multitudinarias actuales en Senegal.

Son necesarias políticas de responsabilidad que solucionen estos problemas desde la raíz, financiando proyectos agrícolas e invirtiendo en mejores prácticas en las zonas rurales. Convendría no olvidar que los migrantes son personas: hombres, mujeres, niños y niñas. La mayor parte de las veces, seres humanos desesperados sin futuro ni refugio. Hay organizaciones –por ejemplo, ONG MAD África–, integradas por personas solidarias, como Marina, que luchan por ellos. Pero hace falta que lo países y los conjuntos de ellos, como la Unión Europea, tomen conciencia de que la ayuda en el territorio, mediante los programas de cooperación internacional, de cada migrante es un camino imprescindible. Las ONG no pueden sustituir la responsabilidad de los países y sus instituciones. Parece que hay nuevas luces para los migrantes en Europa, aunque tímidas todavía. España muestra signos de cambio en relación con este grave problema en el que hay implicados miles de seres humanos inocentes. Pero hay que destacar que hay personas, como Marina, que piensan y se solidarizan con los migrantes, seres inocentes con una desgracia fruto de la codicia y la ambición desmedida.