Al tiempo que digo «¡A jugar!» estoy viendo en mi mente a Joaquín Prat en «El precio justo» haciendo la ola con la mano... Yo era un «mico» cuando echaban ese programa, sin embargo, lo recuerdo porque me divertía y el eslogan de «¡A jugar!» se quedó grabado en mi mente.
Es curioso como algo que nos divierte, ¡siempre está presente! Quizás será porque las teorías se olvidan pero las experiencias, permanecen. Cada vez tengo más claro que las personas necesitamos «vivenciar» para progresar y esa vivencia se ve enriquecida cuando lleva el apellido de divertida.
Alquimistas del tiempo
El jugar es un puro acto de ingenio, cuando jugamos no sólo nos entretenemos sino que nos recreamos, esto es, nos volvemos creadores del momento, desarrollamos nuevas capacidades al tiempo que nutrimos las que ya teníamos, nos convertimos en auténticos «alquimistas del tiempo» porque cuando te lo estás pasando bien... ¡las horas se transforman en segundos! Cuando te lo estás pasando bien, ¡deseas continuar!; cuando te lo estás pasando bien, nada ni nadie sobra, ¡siempre tienes ganas de más!
El juego es un eficaz profesor porque con él generas valor, dejando atrás las teorías del aprendizaje sesudo basado en un estricto rigor, para volar con las alas que tú mismo te has confeccionado con las enseñanzas que se te han brindado...
Los secretos del JUGAR y del RECREO...
El juego, por supuesto, es divertido pero también es solidario, pues el buen jugador de equipo ¡triunfa en cualquier escenario! Ahí radica el secreto del JUGAR: JUntos GAnamos en Resultados. El profesor Juego tiene la magnífica virtud de «hacer piña» y como se suele decir «la unión hace la fuerza» (mental, física y emocional) y así es como se progresa. ¡A todos nos encanta jugar! es de lo primero que hacemos de niños y lo que más disfrutamos, ¿recuerdas tu momento favorito del día en el cole? Efectivamente, el recreo. Siempre se pasaba en un suspiro... El propio RECREO tenía su mensaje que, por fin, hoy veo con mayor claridad: REspeta el CREcimiento de la Originalidad, pues el propio RECREO constituye una oda a la autenticidad personal. El TÚ (Talento Único) se alimenta de forma directa con la confianza, camaradería y sinceridad que se genera entre amigos, ¡el TÚ se nutre de las despensa del RECREO!
¡Alégrate el día!
¿Te has preguntado porque amamos tanto JUGAR? Ya su étimo latino nos da una pista iocaris (»hacer algo con alegría») y claramente cuando estamos alegres, ¡nos llenamos de energía! Transmitimos «buena vibra», ganamos amigos, nos volvemos más colaborativos e incluso ¡más atractivos! Puesto que las personas alegres y que sonríen a menudo tienen la virtud de salir del embudo de la monotonía y de ser percibidas como más atractivas (tanto a nivel físico como mental). En el juego no hay guión, y sí grandes dósis de ingenio, espontaneidad y mucho corazón.
En la próxima ocasión que sientas que te atascas, que no se te ocurre «ná«, recuérdalo: ¡a JUGAR!