Desvariando

A la Sexta va la vencida

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
14 jun 2020 / 09:09 h - Actualizado: 14 jun 2020 / 09:11 h.
"Desvariando"
  • A la Sexta va la vencida

Anoche decidí dejar de ver La Sexta Noche, el debate político de La Sexta, por una cuestión de salud mental, al menos seis veces. Los debates políticos es de las pocas cosas que me gustan de la televisión y recuerdo con nostalgia cuando los hacía Jesús Hermida, con invitados de altura y el estilo del gran periodista onubense de Pineda. Aprendías mucho y se daban pocas voces. De entrada, Iñaqui López, el moderador de la tertulia de los sábados en La Sexta, me parece demasiado parcial y hay una serie de movimientos tipo llamada de atención al realizador, que me parecen curiosos. ¡Que cortes te he dicho, cojones!

Me gustaba el programa hace tiempo, cuando era un debate de verdad. Ahora tiene su parte de tertulia y antes informan de muchas cosas y cada dos por tres, llevan a Cristina Almeida, del PCE, para que aburra a los televidentes. Porque, a ver, que me entere. ¿Tan importante es lo que tenga que decir una mujer que ya no se dedica a la política, aunque lo hiciera durante años? Una vez, vale, pero es que le llevan cada dos tertulias y lo hacen para que le dé leñazos a la derecha. Que no es que no haya que darle leñazos a la derecha, que sí. Pero tantos, es fatigoso. Tanto como machacar a la izquierda por sistema.

Y cuando no le toca a la Almeida, le toca a Wyoming, que no sé cuál es más aburrido de los dos. Porque con Revilla, el presidente de Cantabria, el de las anchoas, al menos te ríes un buen rato. Todo lo que te irritas con Eduardo Inda, que dan ganas de cantarle una saeta atravesada, lo compensas con el otrora falangista, una doctrina política de inspiración fascista, quien ahora, sin embargo, es un demócrata de toda la vida con su punto de abuelete bonachón de otros tiempos, que tan buenos resultados le está dando, aunque no precisamente en las urnas.

Anoche no vino ninguno de estos citados, pero nos colocaron a Jesús Cintora y su nuevo libro, La Conjura, que va de cómo se fraguó el primer Gobierno de coalición de la democracia. O sea, todo muy diverso ideológicamente: Almeida, Wyoming, Cintora, Angélica Rubio... Lo de esta mujer, que fue la jefa de Comunicación de Zapatero, es la repera limonera. La Señorita Rottermeir a su vera sería Caperucita Roja en confinamiento.

Menos mal que tiene siempre enfrente a María Claver, que la para cuando saca el carné de los que mandan y pone cara como de decir aquí mando yo y ya estáis todos callados o en la calle, mientras mira a Iñaki López y tuerce el hocico a lo Ángela Channing. Si lo tuerce a la izquierda, es que quiere un primer plano. Si lo dobla a la derecha, le está indicando que los jefazos están controlando el programa, que no se duerma. En fin, una historia. Ya veré lo que hago el sábado que viene.