Intrusos

A los que se creen en posesión de la Verdad

Image
21 abr 2022 / 05:00 h - Actualizado: 21 abr 2022 / 05:00 h.
"Intrusos"
  • A los que se creen en posesión de la Verdad

TAGS:

Los seres humanos, muchos de ellos, algunas cabezas pensantes que pasean los pelos por nuestro planeta, suelen caer en la soberbia y la prepotencia de pensar que -es más por el auto convencimiento de creer- que todo lo que hacen o dicen está bien. Incluso hacen creer a sus “seguidores” que es una especie de “ser de bondad”, de “luz” -como se diría en el argot más misterioso- cuando, la realidad, es que dista mucho de ello siendo sólo una careta que esconde una realidad más fea...

Este tipo de actitudes no es la mejor ni la más sana, lo habitual es que esa soberbia y prepotencia acabe pasando factura y, al final, como se dice en esta bendita tierra “todo el mundo tenga al melón calao”.

Hay personas que por tener una trayectoria más o menos definida piensan que con eso está todo hecho y que lo que “sueltan” por la boca, dejan en redes sociales y en blogs (poco, medianamente o muy conocidos) es poco menos “dogma de fe”, convencimiento absoluto de ello sin tener en cuenta lo que hagan o digan los demás.

Para colmo si un grupo de palmeros jalean la fiesta y las palabras del “loado líder” -como si de una secta se tratara- pues acaba dando el caldo de cultivo perfecto para esas actitudes intransigentes que podemos vivir a diario. Este “líder” –sea hombre o mujer- siempre venderá una falsa modestia y humildad aunque tras la máscara sea todo bastante más sórdido.

Deben recordar algo: NADIE TIENE LA VERDAD ABSOLUTA y ejemplos de ellos tenemos a diario y en diferentes órdenes de la vida. Aunque, cierto es, dependerá de cómo se haya planteado todo para saber si encaja en ese estereotipo extremo que he dejado líneas atrás casi dibujado.

En la última Semana Santa, en una calle determinada de Sevilla, escuchaba una conversación de dos personas, enfrentadas, por el “desastre” del Miércoles Santo, con el recorrido alterado de la hermandad de “Los Panaderos” o los retrasos en Campana. Uno dogmatizaba con su opinión, el otro se oponía a esta. Algo claro si tenemos en mente todos: el Miércoles Santo no ha sido el mejor de la Historia en cuanto a la planificación. Partiendo de esa base deben trabajar para mejorar y que se amortigüe este tipo de desequilibrios en nuestra Semana Santa que afecta ya desde hace años y señala siempre al mismo día.

El Consejo de Cofradías no tiene la verdad absoluta y es susceptible de equivocarse, también es cierto que el que se equivoca es porque suele intentar algo y en este caso con la sana intención de mejorar. Ha salido mal, cierto, ahora sólo queda rectificar que, dicen, es de sabios.

Pero en la línea de los que tienen esa verdad absoluta, por ejemplo, hay personas del mundo jurídico a los que les escuché aquello de “ni siquiera veo el caso, nada más con ojearlo sé cómo va a salir” y así se presentan en el juicio, luego vienen las sentencias y las lamentaciones.

Actitudes así las he escuchado en demasía, incluso hemos leído entre líneas, y nos habla de esa prepotencia del que se siente mejor que los demás o se pone el título que no le corresponde, quizás al que siempre aspiró y nunca va a ser.

Igualmente en sectores como catedráticos en la Universidad que parecen explicar a un alumnado con sus mismos conocimientos sin caer en la cuenta que son estudiantes. En las horas de “tutoría” -como si fuera el colegio- no se avienen a razones y son un mal ejemplo de lo que se esconde en muchas de nuestras facultades.

También el mundo de los escritores o investigadores tienen mucho de esto, basta que salga un libro al mercado y que se crea alguien que tenga la verdad absoluta para denostar el trabajo de los demás o tirar por tierra a aquellos de los que se llama “amigo”. Hay demasiada envidia, demasiados celos y actitudes destructivas. Estos mismos “seres perfectos” son los que más secretos oscuros guardan y los que más tienen que callar...

Si es cierto que cuando luego se revisa un trabajo de estos “críticos” se encuentra uno con lagunas y errores de bulto pero, ante la observación, siempre está el “¿Tú que sabrás?”, “No te puedes comparar”, “Claro... ¿Tú que vas a decir?” y un largo discurso de excusas tan vacías como el cerebro de quién no quiere aceptar su radicalismo e intransigencia. También están aquellos que te bloquean para no saber nada... Como si eso eliminara a la persona de la faz de la Tierra...¡Qué ilusos e infelices!

Esto es lo que nos encontramos hoy en muchos casos -afortunadamente no todos- y que seguro ha padecido en alguna ocasión –en su ámbito correspondiente-.

Bueno, capítulo aparte están las redes sociales y la importancia que se le da a lo que en ellas se escribe, como si hubiera siete mil millones de ojos leyendo cuando, lo normal, sólo sirve para alimentar fuegos y egos de estos mismos que tienen una soberbia y prepotencia como la Catedral... ¿Conoce algun@? Seguro que sí. Recuerde un sano consejo: si le bloquean pues bloquee, quién no se aviene a razones o no quiere saber nada de usted tampoco es digno de tener su atención. Usted vale más que todo eso.

Dice un refrán que “a cada cerdo le llega su San Martín” y créanme que, a veces, sólo hace falta sentarse a esperar, guardar silencio y no mover un dedo, para comprobar cómo el Karma o la Justicia Divina cumplen su misión... Amén.