La vida del revés

Abascal, Torra, Covid-19 y los ERTE’s: La tormenta perfecta

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29 sep 2020 / 08:19 h - Actualizado: 29 sep 2020 / 08:26 h.
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  • Santiago Abascal y Quim Torra. / Fotografía Cope.es
    Santiago Abascal y Quim Torra. / Fotografía Cope.es

Estamos ante la tormenta perfecta.

La pandemia no da tregua alguna y las cosas se ponen feas, verdaderamente feas, en lugares como Madrid. Por mucho que Isabel Díaz Ayuso se ponga el disfraz de heroína y quiera parecer una Agustina de Aragón, lo cierto es que los contagios crecen en Madrid y la presión hospitalaria es brutal. Todo está a punto de saltar por los aires. Nunca antes, un político fue tan negligente como ella. En el resto de España, la pandemia sigue su curso dejando un reguero de muerte. Aunque no nos inmutemos, el número de muertos diarios es aterrador. Nos debería avergonzar no saber llorarlos, mirar la pantalla del televisor sin sentir una enorme desazón por tanto dolor. Nos hemos acostumbrado.

Cataluña (la mitad) se pone en pie de guerra. Quim Torra quiso ser un mártir y lo ha conseguido. Porque en Cataluña, ser un mártir y un delincuente puede llegar a ser la misma cosa. Ahora tocan declaraciones extravagantes, manifestaciones violentas y elecciones que llegan en medio de una pandemia criminal. Por cierto, en Cataluña están restringidas las reuniones a seis personas. ¿Qué permite que las manifestaciones de ayer se puedan producir?

La crisis económica es monumental. Somos un país de camareros y nos han cerrado muchos bares. Y muchos hoteles. Y muchas discotecas. Somos camareros y tal vez sea poca cosa para un país moderno. Es un trabajo digno y necesario; pero no podemos depender tanto de los bares y de los hoteles. Y tampoco podemos estar pagando ERTE’s hasta el día del juicio final. Los ERTE’s han sido una herramienta valiosa, pero no puede convertirse en un coladero o una forma de asumir todos el problema de unos pocos. Es durísimo esto que digo, pero si, por ejemplo, no hay dinero para el tejido cultural (solo han recibido limosna) o si el mundo del toro ha de buscarse las soluciones por su cuenta, no veo razones para que otros sigan cobrando porque la vida es dura. Lo es para todos. Sé que esto que digo no es nada popular, pero así lo veo. Si la industria española existiera, otro gallo nos cantaría.

Por si era poco, hoy, Santiago Abascal y sus diputados presentarán una moción de censura. Si este hombre conociese los efectos de este movimiento igual se lo pensaba. Pero es legal, es legítimo y es, desde la perspectiva de Abascal, una forma de sacar a España de un agujero negro inmenso. Ya veremos.

Todo indica que tenemos los ingredientes adecuados para que se produzca la tormenta perfecta en España. Y ya son muchas en los últimos años. ¿Resistiremos?