Abengoa ganó 4.733 millones de euros desde enero a septiembre mientras que en el mismo periodo del año anterior perdía 5.413 millones. Este resultado positivo es debido principalmente a la cancelación de pasivos por las importantes quitas aplicadas sobre su deuda.
El resultado de explotación antes de amortizaciones (Ebitda) ha sido de 69 millones de euros, frente a los resultados negativos de 90 millones registrados en el mismo periodo del ejercicio previo.
La compañía ha atribuido esta mejora al aumento de la actividad concesional, la puesta en marcha de la planta termosolar de Khi en Sudáfrica, y el aumento de la actividad de ingeniería y construcción en el desarrollo de proyectos en zonas de Sudamérica y Oriente Medio, así como la mejora generada «por el gasto que se reconoció en septiembre de 2016 para cubrir posibles costes de construcción que parcialmente se ha compensado por el incremento en los gastos de 2017 de servicios de profesionales independientes por los asesores participantes en el proceso de reestructuración».
La cifra de negocios ha crecido un 5,5 por ciento, hasta 1.100 millones de euros, impulsada por los proyectos internacionales, que han aportado el 90 por ciento de las ventas.
El endeudamiento financiero bruto se ha situado en 5.491 millones de euros incluido el tercer trimestre, en línea con los niveles de junio, 5.578 millones, y muy lejos de los 12.258 millones del cierre de 2016, antes de la reestructuración financiera del grupo. De esta cantidad, 1.801 millones de euros corresponden a deuda de sociedades clasificadas como mantenidas para la venta.
El lunes presentó sus cuentas Atlantica Yield, la filial de Abengoa que cotiza en Estados Unidos y cuya venta fue acordada a principios de mes.
La compañía ha registrado un beneficio neto de 42,6 millones de dólares en los nueve primeros meses del ejercicio, esto multiplica por cuatro el resultado frente a los 9,7 millones que alcanzó en el mismo periodo de 2016.
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