Alguien que está vivo no es noticia

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18 may 2021 / 08:00 h - Actualizado: 18 may 2021 / 08:08 h.
"Opinión"
  • Santiago Lusardi. / Fotografía cortesía de José Carlos Carmona
    Santiago Lusardi. / Fotografía cortesía de José Carlos Carmona

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Santiago Lusardi está vivo y eso es una gran noticia. Sufre la Covid-19 postrado en un hospital de la ciudad de Margao, en el Estado de Goa, en la India. Lleva en la UCI casi cuatro semanas. Y en España, en especial en Sevilla, hay cientos de personas pendientes de su evolución. ¿Saben de esas personas que pasan por una ciudad y dejan una huella profunda de amistad, proyectos, energía, simpatía, realizaciones, amor, ¡todo!? No, qué van a saber, si no conocen a Santiago Lusardi.

Llegó a Sevilla como músico argentino en 2008. Se matriculó pacientemente en el Conservatorio Superior de Sevilla donde estudió Dirección de Coro. Cantó en el Coro de la Universidad de Sevilla, del que llegó a ser su subdirector. Creó y dirigió el Coro de Cámara de Sevilla que ha tenido un largo y brillantísimo recorrido de calidad y repertorio.

Como venía de trabajar como «misionero cultural» en Bolivia, organizó por medio de la Oficina de Cooperación al Desarrollo de la Universidad de Sevilla distintas partidas de músicos para que dieran clases gratuitas a niños bolivianos en San José de Chiquitos, lo que permitió que muchos jóvenes andaluces conocieran esas tierras y los llevara a Cuzco, Machu Picchu y al Lago Titicaca, donde llegó a realizarse una boda de dos sevillanos muy conocidos en el mundo musical sevillano.

Terminó la carrera y realizó los cursos de Doctorado y leyó la Tesis con Sobresaliente Cum Laude y llegó a ser Colaborador Honorario del Departamento de Educación Artística.

Por su vínculo con la Oficina de Cooperación y por su anhelado deseo de incursionar en la cultura india, comenzó a organizar grupos de músicos que empezaron a trabajar con la Fundación Vicente Ferrer en Goa y con la Universidad de Goa. Su rector, Varun Sahni, que detectó las capacidades de liderazgo y creación de proyectos en Santiago, lo contrató de inmediato creándole una Cátedra de Música Occidental, y Santiago Lusardi creó el primer Coro Universitario de Música Clásica de toda la India. Y eso, automáticamente, supuso el envío de Músicos de las agrupaciones sevillanas (Coro de Cámara de Sevilla, Orquesta Barroca de Sevilla, Coro de la Universidad de Sevilla) a Goa para compartir la cultura musical clásica tanto en docencia como en el Festival de Músicas Sacras del Mundo que creó y que este año de pandemia ha realizado en streaming con el nombre de Ketevan Festival, que se puede ver en Youtube. También se han firmado acuerdos de colaboración institucional entre ambas universidades.

Santiago Lusardi es una naturaleza portentosa, un líder indiscutible, un artista puro, un trabajador incansable, un emprendedor nato, un hombre que pertenece al Mundo y que tuvimos la suerte de contar con él en Sevilla durante una década. Su vida en Bolivia inspiró la creación de un personaje con su nombre que aparece en la novela Sabor a canela, publicada por la editorial Planeta. Tuvo un hijo sevillano y una hija malagueña con su mujer la también Doctora por la Universidad de Sevilla Clara Astarloa. Llegó a trabajar en los conservatorios andaluces, pero India le llamaba desde su infancia y ahora está allí, con sólo 41 años, derribado por el virus. Lleva cuatro semanas en la UCI del Imperial Hospital de Margao, una semana intubado con sedación profunda, un pulmón afectado con fibrosis, un par de paros cardíacos con reanimación, pero ese virus no sabe quién es Santiago Lusardi: un titán, una leyenda.

Todas las vidas valen exactamente lo mismo, pero no todas dejan la misma huella.

Ahora lo tienen en sedación y lo despiertan cada 48 hs. Sus hermanos pudieron conectar con él por videoconferencia en uno de los despertares y Santi hizo una señal con el dedo de que estaba bien. E incluso hizo un chiste: le dijeron que había salido la noticia de su enfermedad en un periódico de India y preguntó con gestos: «¿Sólo en uno?». Pues ya estás en dos, Santi.

Vive y sigue siendo noticia.