Algunos hombres buenos

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30 sep 2017 / 08:13 h - Actualizado: 30 sep 2017 / 08:13 h.
"Pareja de escoltas"

Para que todo en la vida funcione con acuerdo y decencia —desde una comunidad de vecinos a una empresa, pasando por las familias e incluyendo a las hermandades—, necesitamos gente de bien capaz de sopesar los problemas y actuar con verdadera justicia. Personas a las que no importe ceder si el beneficio común es mayor que el éxito personal o pedir perdón si creen haberse equivocado, aunque sea mínimamente. No hay tantos hombres buenos como para que ninguno pueda ser dilapidado. Es más, cuando tenemos la fortuna de encontrarnos con uno, existe la obligación de aprovecharlo al máximo, porque con ello todos seremos mejores. Si preguntáramos en este mundo de las cofradías por alguien que sobresalga por dicha cualidad, quizás ninguno concitaría tanto consenso como Pepe Moreno, ese hombre dos veces grande que dirige la hermandad de los Gitanos. No se merece Pepe otra cosa que el reconocimiento afectivo, discreto y cortés que logran quienes combaten limpiamente. Demasiadas veces sobran aquí abrazos y besos —Judas también va en lo alto de los pasos—, pero no abunda como sería menester esa ternura que el Papa reclama a los cristianos de hoy. Con esa carta, don José Moreno Vega ha conseguido que se pueda decir de él lo mismo que escribió de sí un poeta que nació en la casa palacio de Las Dueñas: «y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,/ soy, en el buen sentido de la palabra, bueno». Hay palabras que son timbre de la más pura nobleza. ~