La vida del revés

¿AstraZeneca o Pfizer? o la campaña del miedo

Image
28 may 2021 / 09:45 h - Actualizado: 28 may 2021 / 09:55 h.
"Opinión","La vida del revés","Vacunas","Pandemia","Coronavirus"
  • ¿AstraZeneca o Pfizer? o la campaña del miedo

Lo que está sucediendo en la campaña de vacunación española ya resulta indecente. Algo que debería ser motivo de orgullo, puesto que nuestros sanitarios (otra vez) están demostrando una capacidad de sacrificio a prueba de bomba y una profesionalidad exquisita, puesto que los españoles están respondiendo de forma ejemplar a la llamada del Gobierno, desde el Ministerio de Sanidad lo están convirtiendo en un lodazal.

En ese Ministerio han estado mareando la perdiz durante semanas, creando dudas entre los ciudadanos que lo que quieren es vacunarse y salir del pozo en el que se encuentran. Después de hacer una estudio con muy pocas personas (según los expertos el estudio y las conclusiones rozan el insulto a la inteligencia) para determinar si la primera dosis de AstraZeneca se podría sumar a una segunda de la marca Pfizer, el resultado fue que se podía aunque si alguien pedía continuar con AstraZeneca podría hacerlo. Se ha comenzado a vacunar con la segunda dosis al colectivo que estaba esperando y el 90 por ciento de las personas han elegido AstraZeneca. Y el Ministerio dice que no, que aquí no se elige, que aquí lo que hay que hacer es dispensar Pfizer como segunda dosis y de forma puntual AstraZeneca. En fin, un disparate después de todo lo que nos han ido diciendo.

Pero lo peor estaba por llegar y ha llegado con rapidez. Se ha filtrado una noticia en la que se recuerda que existe la posibilidad de que aparezcan trombos y que dos personas han muerto por esta razón. Olvidan en el Ministerio decir lo que ya dijeron hace un tiempo: el porcentaje es irrelevante y esos efectos, por tanto, son extraordinariamente extraños.

En Europa dicen, a través de la Agencia Europea del Medicamento, que la segunda dosis de Astra Zeneca es segura; los científicos dicen lo mismo. El Ministerio tiene un problema que, seguramente, tenga poco que ver con los casos de trombos y sí con la capacidad de distribución y dispensación de los viales.

Volvemos a la casilla de salida: a la duda, al desconcierto, al miedo provocado. Y los políticos, como de costumbre, son los protagonistas de este desastre. Siempre son los mismos y ahí siguen sin inmutarse.