En el Ayuntamiento de Sevilla, hasta el 26 de enero, se celebra una exposición colectiva Reflejos de Murillo teniendo como comisario al profesor Huguet Pretel. La perspectiva inmaculista nos la ofrecen Elena Montero, Juan Miguel Martín, Luis Rizo y Pepillo Gutiérrez. César Ramírez pone las miradas más inocentes y duras de la muestra en ojos de dos niños mendigos de la vida, aquellos que tanto inmortalizó el homenajeado y que Nuria Barrera y José Cerezal, con sus técnicas, también han idealizado. El expolio que las tropas francesas protagonizaron en el hospital de la Caridad lo representa Fernando Vaquero con suma perfección y detalle. La ensoñación del maestro la plasma Francisco Borras en óleo y Jesús Méndez Lastrucci en terracota, este último basándose en un boceto que su bisabuelo Castillo hizo en 1917 con motivo del anterior centenario. El motivo mariano sigue presente en la fastuosa escultura basada en La Virgen de la Servilleta, obra de Irene Dorado, y el óleo de La virgen y el niño, de Javier Aguilar Cejas. Los santos más unidos a la ciudad, como San Fernando, en óleo, y las Santas Justas y Rufina, acuarela, los inmortalizan Clemente Rivas y José Manuel Peña, respectivamente. María Magdalena, en una dimensión del siglo XXI, por Raúl Rodríguez, o a través de la sevillanización que hace José Tomás Pérez Indiano. Y, como no, el autorretrato del pintor que, a bolígrafo, Javier Jiménez Sánchez Dalp, o Miguel Caiceo, en un mágico collage, nos presentan. No se la pierdan. Hazme un favor, sé feliz.