Son conocidos en los mercados de bolsa como bulls (toros) a todos aquellos inversores que, en un momento dado, opinan que la bolsa está alcista y va a subir y apuestan por ello, y, por el contrario, se les denomina bears (osos), a aquellos que creen que el mercado está bajista y va a caer, tomando posiciones bajistas, que llevan a cabo vendiendo un activo financiero que no se tiene para comprarlo posteriormente y dárselo al comprador al que se le vendió.
Existen varias teorías acerca del origen de esta denominación a cada clase de inversores. La primera mantiene que la misma se basa en la forma de atacar de cada uno estos dos animales, los toros y los osos. Así, los primeros embisten de abajo hacia arriba, de forma parecida a como se produce un movimiento al alza en la Bolsa. Por el contrario, los osos atacan de manera totalmente contraria, es decir, moviendo su zarpa de arriba hacia abajo, de forma parecida a como se produce un movimiento bajista en la bolsa.
Una segunda teoría mantiene que la razón de denominar osos a los inversores bajistas se debe a que, en determinada época, en la América del Norte, los cazadores de osos vendían las pieles cazadas con idea de volver a comprarlas posteriormente a un menor precio, ya que, por el juego de la oferta y la demanda, esperaban que aumentase mucho la oferta futura de pieles, y eso haría caer los precios.
Un inversor no puede ser encasillado como toro u oso, ya el mismo puede ser toro hoy, si cree que el mercado está alcista y oso la semana siguiente si cambia su percepción del mercado y piensa que el mismo bajará.