Los medios y los días

Carreras universitarias para listos y menos listos

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24 nov 2021 / 04:23 h - Actualizado: 23 nov 2021 / 13:26 h.
"Los medios y los días"
  • Carreras universitarias para listos y menos listos

Lo que me temía, va llegando la sociedad debilucha y consentidora a la universidad. En la de Sevilla, se podrá pasar a estudiar un máster oficial con suspensos en la faceta de estudios de grado, esto es, se puede entrar en estudios ya de tercer ciclo sin haber superado el segundo ciclo, lo cual, salvando las distancias, enlaza con la filosofía de las ESOS y los bachilleres suspendidos pero válidos. La medida ya está en funcionamiento desde hace años en universidades externas a Andalucía, sobre todo en las que se les llaman titulaciones complicadas, como ingeniería o arquitectura, es decir, las carreras de hombres de toda la vida. Al final ha tenido razón un próspero empresario que, en mi juventud, siendo yo estudiante de Geografía e Historia, me decía que eso era una carrera de niñas, menudo trauma se me ha despertado con esta medida tan progresista. Como periodismo también debe ser una carrera de niñas, ahora resulta que tal vez sea una persona trans y no lo sepa: he estudiado una carrera de niñas, he ejercido una profesión de niñas y ahora doy clases en otra carrera de niñas porque, en efecto, en la Facultad de Comunicación no hay sólo mayoría de niñas sino aplastante mayoría de niñas. He aquí una forma de denigrar a la mujer con la cantidad de cerebros femeninos brillantes con los que he tenido y tengo el placer de trabajar.

Y yo que siempre estimé que las carreras no resultaban unas fáciles y otras difíciles sino que éramos los profesores y los planes de estudios los que las convertíamos en más asequibles o menos. No es así, en efecto, con razón nunca creí en la igualdad, no, hay alumnos y alumnas superiores e inferiores dentro de la enseñanza superior. Los y las superiores son los y las que aprueban carreras complicadas y los/as inferiores, los y las demás. Es verdad entonces que las Humanidades y Ciencias Sociales sirven de poco, se empieza por ahí y se termina ahorrando dinero cerrando todas esas titulaciones menos complicadas o inferiores. Estoy pensando si no será mejor que este curso, cuando llegue junio, les conceda a todos mis alumnos un sobresaliente y las matrículas que me deje la burocracia y así nos vamos todos de vacaciones antes, sin tener que pasar por las revisiones de exámenes que son engorrosas para profesores y alumnos. Total, si estoy en una carrera inferior, menos complicada o no complicada que a lo peor dentro de unos decenios ni existe, para qué liarme si encima J.J. Benítez está seguro de que en 2027 un meteorito va a chocar con la Tierra y se va a cargar a 1.500 millones de personas, supongo que en su inmensa mayoría profesores y estudiantes de titulaciones inferiores. Es una situación similar a la que le ocurrió a Woody Allen de niño cuando lo llevaron al médico porque no quería estudiar, si el universo se expande llegaría un momento en que se iría todo a hacer puñetas, entonces el niño creía que todo era inútil. El médico -titulado en una carrera complicada- le dijo: “Pero, hijo, nosotros estamos en Brooklyn y Brooklyn no se expande”. Qué tío, ¡cómo se notaba que tenía un cerebro superior!

De manera que, de ahora en adelante, además de tener en un máster oficial a alumnos que no saben nada o muy poco de la materia del máster porque vienen de otras titulaciones y países, se suman los que ni siquiera han terminado un grado ni un Trabajo Fin de Grado (TFG) que en algunas facultades me van a permitir que les diga que es un auténtico trámite. Bien pensado, los trámites pueden esperar y que la universidad ingrese dinerito con los másteres. Ahora bien, ahí sigue la constante de fondo: carreras difíciles y carreras fáciles, las primeras para niños y las segundas para niñas. Están intentando igualar los géneros de forma artificial pero eso es lo que late en el fondo. Así que decenios y decenios, promociones y promociones de exigencias y la gente no se ha muerto ni se ha herniado, al revés, puede que los alumnos hayan salido más preparados, y en nuestros días todo cada vez más facilito. Primero con el sistema Bolonia, un despropósito que convirtió muchas asignaturas que se impartían en nueve meses, en cuatro, entre ellas la mía; después los efectos de enseñanzas primarias y secundarias anémicas que originan en los universitarios un bajísimo nivel. Y ahora, ay mi niño/a, que no te me descompongas de la barriguita que como estás estudiando algo tan complicado te vamos a dar ventajas frente a las niñas, los niños y los trans esos inferiores que estudian cosas más fáciles que tú. ¡Cómo vamos a subir en los ránquines internacionales!