La vida del revés

Con Trump estamos apañados

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07 may 2020 / 09:23 h - Actualizado: 07 may 2020 / 09:34 h.
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  • El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. / Chris kleponis - EFE
    El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. / Chris kleponis - EFE

Poco pasa en el mundo teniendo a Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América.

No pierde ocasión de lanzar pedradas cada vez que abre la boca. No pierde ocasión para convertir la condición humana en motivo para la burla.

No duda en sugerir que se inyecte desinfectante a las personas para controlar el coronavirus, limpiando, así, los pulmones del personal; o que se enciendan lámparas gigantes que proyecten rayos ultravioleta o simplemente luz muy potente para acabar con el bichito. Le ha faltado enviar a alguien a negociar con el dichoso virus.

También culpa a los chinos de haber creado y esparcido por el mundo entero la Covid-19. Y esto tendría un pase (mal dado y ‘fuera de cacho’ y peligroso) si no fuera el preámbulo a la que va a organizar el señor Trump. El segundo capítulo de la guerra comercial entre China y Estados Unidos está a punto de producirse. Tiempo al tiempo. Trump tiene complicada la reelección con tantos cadáveres acumulados en camiones frigoríficos y algo tendrá que hacer. Lo mejor es liarla lejos de casa, pensará. Aunque debería aprender de lo que sucede a su alrededor. Si es verdad que los chinos han creado un virus tan letal y nos lo han enviado sin piedad alguna (ganando claramente así la primera batalla de la guerra comercial entre los dos países) debería pensar el presidente norteamericano (dentro de esa cabeza tan extravagante que Dios le ha dado) que, tal vez, esos chinos pueden tener preparada cualquier otra sorpresita.

Trump lo quiere resolver todo a mamporros económicos. Misiles de los que explotan lanza menos aunque no faltan (no olviden el que le cayó encima al general iraní Soleimani). Y muestra cierto desprecio por la vida humana. Los miles de muertos a causa de la pandemia parecen no importarle demasiado.

Mientras Trump siga sentado en el despacho oval de la Casa Blanca estamos apañados. Pero a base de bien.