En la jornada de ayer continuaron las alzas en las bolsas, jornada en la que el Senado y Trump pactaron el proyecto de estímulos para la economía por valor de 2 billones de dólares, el mayor plan de su historia.
En Europa se publicó el IFO de confianza empresarial en Alemania que cayó a niveles de hace 11 años y algunos analistas ya empiezan a estimar una contracción del PIB alemán entre un 5-10% según la duración de la pandemia.
Hemos de tener presente que continuamos en un escenario incierto donde desconocemos aún el impacto real del Coronavirus en la economía, y sobre todo los efectos adicionales que se pueden ver, a medida que la pandemia se extienda por países a los que aún no ha llegado con fuerza como India, Brasil o el propio EEUU.
La visibilidad para estimar el negocio futuro de las compañías en el corto medio/plazo continúa siendo muy limitado y también lo será el contexto después de la crisis donde algunos sectores podrían experimentar cambios importantes en sus hábitos.
Otro factor a tener en cuenta será una probable fuerte caída del comercio internacional como advirtió la OMC, en donde en un escenario post-crisis la apertura de fronteras no se haría de una forma firme sin gradual y eso entorpecería la reactivación de la economía.
El precio del petróleo continúa estable por encima de 27 dólares el barril, sostenido por las expectativas optimistas que genera en la actividad económica la intervención de la FED así como por la publicación de unos inventarios semanales más bajos de lo esperado.
En la madrugada los mercados asiáticos han cerrado con pérdidas, en especial el índice de Japón Nikkei que ha cerrado con un descenso del 4,51%.
Los futuros vienen también en rojo, lo que hace pensar que el rebote de estos días tiene poca solidez. Seguimos en un mercado muy alterado en el que la volatilidad, a pesar de haber descendido desde máximos, sigue estando presente.