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Dejar mudo al cante jondo

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
20 may 2020 / 07:54 h - Actualizado: 20 may 2020 / 07:56 h.
"La Tostá"
  • Dejar mudo al cante jondo

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No estoy muy de acuerdo con que se hayan suspendido ya tantos festivales de verano, con lo que esto supone para el colectivo flamenco. Estos festivales, una gran mayoría de ellos, cuentan con espacios abiertos, al aire libre, lo suficientemente grandes como para meter a mil personas y que haya la separación exigida entre ellas. Si se organiza bien la entrada y la salida a los recintos, eliminando además las aglomeraciones en los ambigús, se podrían celebrar sin ningún problema todas las clásicas citas flamencas del verano. No entiendo por qué no un festival con varios cientos de personas y sí manifestaciones multitudinarias o un entierro como el de Julio Anguita, por mucho que mereciera un adiós a su altura política y humana. No concibo el verano andaluz sin los festivales flamencos de los pueblos y, además, decenas, quizá cientos de artistas están teniendo ya problemas para afrontar pagos o, simplemente, alimentarse. Hay ayudas, pero tan escasas que no van a ser suficientes. Que se suspendieran festivales de junio, como el Potaje Gitano de Utrera, podría medio entenderse porque seguramente estaremos aún con lo del estado de alarma. Pero cuesta entender que se hayan suspendido también citas de julio y agosto. Por ejemplo, la Reunión de Cante Jondo de la Puebla de Cazalla, que se celebra en el patio de un cortijo, La Fuenlonguilla, donde se podrían lidiar toros bravos. Un cortijo andaluz en medio de los olivos, a las afueras del pueblo, donde dudo que llegara el coronavirus. Imagino la amargura de los moriscos en julio, con el Café Central cerrado y sin la Reunión de Cante Jondo oliendo a romero y sabiendo a Moreno Galván y el gran José Menese. La de lágrimas que van a echar esa noche Fernando Guerrero, dueño del Central, y Pepe el Cachas, una especie de alcalde honorifico solo para el cante más genuino. Encima, sin el preámbulo de la noche del Arquillo, que es ya casi mejor que la noche de la Reunión. El Potaje de Utrera, la Caracolá de Lebrija, el Gazpacho Andaluz de Morón, la Reunión de la Puebla y el Festival de Cante Jondo Antonio Mairena, que es en septiembre y, que se sepa, no se ha suspendido aún pero será lo más probable. Mal año para el cante jondo, que veremos a ver si levanta cabeza.