El alcalde de Lora del Río, Antonio Miguel Enamorado, acompañado por María José Caro Ruiz, han descubierto una placa junto al azulejo de Nuestra Señora de Setefilla en la Escuela de Música (antiguas Escuelas Nuevas), en la que cuenta la historia ocurrida con este azulejo, y que tuvo como protagonistas a dos albañiles de Lora del Río, José y Pedro Ruiz Trigo.
Desde un tiempo, María José en representación de su familia, ha estado solicitando algún tipo de actividad para recordar lo acontecido con el azulejo de nuestra Patrona ubicado en la actual Escuela de Música, y lógicamente tenemos que ser consciente de la trascendencia que tuvo la acción de estos dos Loreños que gracias a ellos hoy en día podemos disfrutar de este azulejo; es nuestro deber ser agradecidos además de recuperar y revitalizar el rico patrimonio monumental y artístico que tiene nuestra localidad, con varios monumentos declarados BIC y otros en fase de recuperación para su puesta en valor (Castillo de Lora y La Aceña del río Guadalquivir). María José Caro Ruiz, agradeció al Ayuntamiento de Lora del Río la organización de este emotivo acto para “hay que recordar que tanto su abuelo como el hermano de éste se jugaron la vida para preservar el azulejo de la Virgen de Setefilla y podemos disfrutarlo. El texto de la placa que resumen la historia indica literalmente: “En 1936, los hermanos albañiles José y Pedro Ruiz Trigo recibieron el encargo de destruir el azulejo de Nuestra Señora de Setefilla que se encontraba en las Escuelas Nuevas (actual Escuela de Música). Ellos no cumplieron dicha orden (poniendo en riesgo sus propias vidas): taparon, enfoscaron y picaron la pared para que pareciese que el mismo había destruido. Con el paso del tiempo, los dos hermanos quitaron la pared en cuestión, y volvió a aparecer el azulejo de la Virgen de Setefilla, para el disfrute de todos los Loreños. Tradiciones de un pueblo que toman protagonismo tras años de ausencia y que demuestran la devoción de los habitantes de Lora del Rio por su patrona la Virgen de Setefilla.
Un acto celebrado hace unos días y un gesto que para las fiestas de navidad alegra los corazones de la buena gente de Lora.