El concierto de Andy y Lucas, Gerard Piqué, Rubiales y la desfachatez cutre

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22 abr 2022 / 10:10 h - Actualizado: 22 abr 2022 / 11:22 h.
"Opinión"
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Se me ocurren mil y pico cosas que podría hacer siendo multimillonario. Por ejemplo, siempre he tenido en mente volver a la India. Ya saben que el terruño tira de lo lindo. Por ejemplo, me encantaría pisar el polo norte, el polo sur, el Himalaya o alguna isla de Oceanía. Me encantaría poder comprar una casa para poder recibir a mis familiares y ya les avanzo que en la India somos familias súper numerosas. En fin, podría estar añadiendo cosas todo el día (incluyendo echar un cable a los que lo pasan de pena), pero lo que no aparecería nunca en esa lista (siendo multimillonario y sin serlo) es ir a un concierto de Andy y Lucas. Igual me daba por viajar a Nueva Orleans a escuchar jazz en un antro o a Viena para escuchar el concierto de año nuevo, pero a un concierto de Andy y Lucas casi que no.

Gerard Piqué, sin embargo, siendo millonario, teniendo pasta para parar un tren (incluso uno de esos que ven ustedes en fotografías de la India que van hasta los topes, con gente en todo lo alto, en los laterales y el frontal de la locomotora), Piqué, decía, le pidió entradas al presidente de la Federación Española de Fútbol, el tal Rubiales, del mismo modo que le pidió ir a los juegos olímpicos con la selección española de fútbol. Un gran favor, por lo que se ve. Hay que ser cutre, casposo y miserable, pera pedir algo así al mismo tiempo que trincas millones de euros de comisión.

La catadura moral de algunos es lamentable. Claro que es legal cobrar comisiones y pedir favores, pero la estética y la ética tienen una importancia decisiva. Tanto es así que, a partir de ahora, todo lo que haga el cutre de Piqué estará en entredicho. Y lo que haga Rubiales, también. Como estamos en España nos tragaremos esta indecencia protagonizada por dos listos, nos lo tragaremos como nos tragamos todo lo demás aunque siempre nos quedará el desprecio que sentimos por personas tan rastreras y con tan poca clase. Hasta los indios (de la India que es mi país) que van en los trenes atestados tienen más categoría que estos yonquis del dinero. Asquito, de verdad.

(Por supuesto, todo es producto de un broma que se ha extendido por las redes sociales, pero me ha parecido tan divertido...)