La Tostá

El gran perdedor toca techo

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
11 nov 2019 / 08:53 h - Actualizado: 11 nov 2019 / 09:35 h.
"La Tostá","Elecciones Generales 2019 - 10N"
  • Pedro Sánchez. / EFE
    Pedro Sánchez. / EFE

¿Se pueden ganar unas elecciones y ser el gran perdedor? Se puede, Pedro Sánchez las ganó ayer y es el gran fracasado. No fue capaz de lograr un gobierno meses atrás, decidió volver a elecciones porque él y Tezanos creían que lo tenían todo a favor y se han equivocado. Sánchez ha conseguido que Pablo Casado mejore considerablemente el resultado anterior, con veintidós diputados más, consolidándose como el líder de la derecha; que Vox haya llegado a los 52 diputados, siendo ya la tercera fuerza política del país; que un partido que le podía hacer falta se haya estrellado, Ciudadanos, con riesgo de desaparecer del mapa político; y que Iglesias le vuelva a pedir una colocación con un contrato de cuatros años antes de que le pase como a Albert Rivera, que se tenga que ir a casa con el casoplón a medio pagar. Ante este panorama, ¿qué hará Sánchez para poder formar un gobierno? Cualquier cosa, como ha demostrado ya. Mejor dormir poco con Iglesias sentado en el Consejo de Ministros, que tener pesadillas de rico echando de menos el Falcon, las cámaras de televisión, los trajes caros y las ruedas de prensa. Va a pasar a la historia como el presidente que le devolvió el poder a la ultraderecha, Vox, que en menos de un año ha pasado de tener algunos concejales en pueblos de la España profunda a contar con 52 diputados en el Congreso y ser la tercera fuerza política. Ni Zapatero lo logró, a pesar de sus esfuerzos. No lo ha conseguido solo Sánchez, sino también el PP y Cs, además de los independentistas, pero él le ha dado la gran oportunidad, en bandeja, de dar el pelotazo del siglo. Y ahora, ¿qué? Pues nada, que tenemos al monstruo en el Parlamento, con cincuenta y dos cabezas, dándole una fuerza en España que parecía imposible hace solo dos años, y que asusta en Europa. Y encima, sale al balcón de Ferraz, con su esposa al lado moviendo la cabeza como uno de aquellos perritos articulados que se colgaban en los coches, se pone la careta de ganador y dice que ahora sí va a desbloquear la situación política de este país para que haya un gobierno progresista. ¡Lo celebró, el tío! ¿Qué celebraba ayer Sánchez, por los clavos de Cristo? ¿Qué ha tocado techo y que, además de no ganar con contundencia, ahora no sabrá encontrar apoyos, como otras veces? ¿Qué ha metido a los herederos del franquismo, ahora sí, en el Congreso? ¿Que se irá a ir al garete el único partido de centro, Ciudadanos, capaz de crear puentes y de facilitar gobiernos estables? ¿Qué ha perdido casi un millón de votos en cinco meses? ¿Dónde fue la fiesta, en el Valle de los Caídos?