El panorama político es desolador. Un Gobierno metido en fango por temas de corrupción, al que cada día le cuesta más convencer de que se trata de casos aislados. Un presidente del Gobierno que debería dimitir y convocar elecciones, porque ha perdido la confianza de la Cámara y hasta de cientos de miles de sus votantes, pero que no se marcha ni con agua caliente. Una oposición encabezada por Pedro Sánchez, que presenta una moción de censura, necesaria a ojos de todos, ante el inmovilismo de Rajoy, pero no para convocar elecciones cuanto antes, sino para gobernar sin haber sido votados para ello.
A Sánchez le interesa gobernar y esperar desgaste en las urnas de Rivera. Ciudadanos apoyaría esa moción con los ojos cerrados si se convocaran elecciones de inmediato, porque sabe que están en un momento ideal para ellos, pero no lo harán para que Sánchez sea presidente por una buena temporada.
Pablo Iglesias y los suyos apoyarán a un Sánchez al que pudieron apoyar hace tiempo y no lo hicieron, pero les gustaría verle beneficios político al tema. Los separatistas, tan dados a saltarse las leyes, ven con buenos ojos esta ocasión esta herramienta legal. Esta legalidad sí que les vale, por lo visto. El PNV duda entre el SI o el NO, dependiendo de quien suelte el talonario.
En definitiva, la conclusión es clara: a todos, absolutamente a todos se las trae al pairo el interés general y prima el particular. Aquí cada uno mira por lo suyo y si eso... ya veremos luego. Elecciones ya, por favor. ~