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La trastienda hispalense

Elecciones en San Benito. Mi amigo Pepe González Quirós

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04 jun 2021 / 08:41 h - Actualizado: 04 jun 2021 / 08:43 h.
"La trastienda hispalense"
  • Elecciones en San Benito. Mi amigo Pepe González Quirós

Mi amigo Pepe, nació frente al pilar de la calle Oriente, junto al viejo Viña Sol, el mismo año que los vecinos de la Calzada abarrotaban, el martes santo, la plaza de Carmen Benítez, para recibir a nuestra hermandad salir de San Roque, templo donde estaba acogida desde la arriada de 1948.

De niños, Pepe y yo, junto a otros niños del barrio, jugábamos a bailar el trompo, coleccionar estampas de fútbol y contar los días que quedaban para el martes santo de cada año en aquella Sevilla de Calzada o "Calzá" de puertas abiertas, de constante familiaridad entre sus vecinos, de bares y tabernas de dominó y de tertulias, en las que siempre había un huequecito para hablar de nuestra querida hermandad.

Aquella Sevilla de Calzada o "Calzá" de amigables reuniones en cualquier esquina o lugar, que cualquier sitio era bueno para derrochar querencia de conciudadanos o convecinos y olvidar las malas rachas que la postguerra nos dejó en nuestros corrales... Aquellas, nuestras casas donde siempre teníamos un ratito para hablar de nuestra querida hermandad.

Aquella Sevilla de Calzada o "Calzá" jornalera y trabajadora, de monos azules, de modistas y sastras, de zapateros remendones y carreros, de marmolistas y buscavidas del "chapú", que el puchero no podía faltar en sus mesas... Aquella Sevilla de Calzada o "Calzá" de vaquerizas y huertas, de la Majestad, Santo Sacramento bajo palio, visitando a los impedidos, y el Rosario de la Aurora por nuestras empedradas San Florencio o Lictores, Céfiro o San Ignacio, Vía Crucis o España... Aquellas nuestras calles, fieles testigos, durante siglos, de las pioneras procesiones a la Cruz de los Negros y posteriormente al Humilladero de la Cruz del Campo, un camino santo en el que cualquier sitio era bueno para sacarle al tiempo, un ratito y hablar de nuestra querida hermandad.

Aquella Sevilla de Calzada o "Calzá", donde San Benito era, como sigue siendo el minarete de nuestros principios creyentes y cristianos, el campanario que nos llama para que vayamos a esparcir nuestra fe, la pequeña Catedral de nuestras almas y de nuestros amores para con nuestras veneradas imágenes, con Patrona Valvanera de por medio.

Esa hermandad de barrio, blanca y morada, que presume del arte de la Calzada.

Nuestra patria en un barrio que sigue, a contracorriente, llamando a Luis Montoto, su calle Oriente.

Esa hermandad de barrio llana y sencilla, que nos enseñó el camino de amar Sevilla.

La Sevilla católica, apostólica, dogmática, devota, fervorosa, espiritual, penitente y nazarena, omnipresente en todas y cada una de las evoluciones de la Iglesia universal a través de los siglos, a la que mi amigo Pepe, entregó su vida desde la Hermandad de San Benito. Sus estrellas de coronel de la Armada fueron sustituidas por su dedicación a los sagrados titulares de nuestra hermandad. Hombre cristiano a rajatabla, que ahora, días después de que su esposa Mari Ángeles partiera hacia el Reino de los Cielos, se levanta como Ave Fénix desde las cenizas de su fatalidad, para cumplir con el maravilloso cometido con el que soñó toda su vida, ser hermano mayor de la hermandad de nuestros amores.

Las elecciones están muy cerca. Desde la objetividad de hermano, deseo a las dos candidaturas, la mejor suerte a sus encomiendas, aun cuando desde los sentimientos fraternos de mi corazón, no tenga más remedio que clamar para que mi amigo Pepe González Quirós consiga cumplir su anhelado sueño de ser hermano mayor de San Benito. ¡Que Dios bendiga a todos!