La Tostá

¿Es machismo criticar a una mujer?

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
20 mar 2023 / 06:56 h - Actualizado: 20 mar 2023 / 06:57 h.
"Flamenco","La Tostá","Machismo"
  • Carmen Linares. / El Correo
    Carmen Linares. / El Correo

Un día le dije a una cantaora de Huelva que cada día cantaba peor y me echó encima a todas las feministas de España, que son unas cuantas. Aguanté el tipo como pude, pero me dijeron de todo. En la opinión política es aún peor. Cuestionas a Irene Montero, Yolanda Díaz o Ione Belarra y enseguida te ponen no solo de machista, sino de misógino, fascista o nazi.

Es una manera de coartar la libertad de expresión, el derecho que tenemos los que vivimos de escribir a opinar en libertad sobre lo que nos apetezca. Si me criticas te llamo machista o misógino, tú sabrás. Tal como suena. La crítica ya era difícil con los cantaores, bailaores y guitarristas, sobre todo desde que existen las redes sociales y el padre, la madre, el hermano o el cuñado de un artista te pone a caer de un burro en Facebook solo por decir que desafina o que se va de compás.

O sea, que el problema no es muchas veces el artista, sino la parentela. Carmen Linares me dejó de hablar porque dije un día que le quedaba menos aliento que a una gallina pisada. La expresión no era mía, ya la utilizó la Trini de Málaga hace más de un siglo, cuando le escribió una carta a Juan Breva pidiéndole ayuda: “Socórreme, compañero, que me queda menos aliento que a una gallina pisá”. Se lo dices a un cantaor y no pasa nada, si el cantaor no es un bárbaro.

Pero se lo dices a una cantaora, aunque sea verdad, y estás listo de papeles. Ocurre también algo curioso. Como sabrán, ahora hay mujeres que ejercen la crítica flamenca. Hace unos meses me encontré con un conocido cantaor al que una de estas analistas de la cantelogía patria lo había criticado de manera dura. “Pero, ¿esa sabe de cante, por Dios?”, me preguntó muy enfurecido. No le había molestado que lo criticara alguien poco puesta en cantares, sino que fuera una mujer. Pues vaya plan que tenemos. Lo que está ocurriendo, creo, es que los artistas flamencos están hartos ya de que se opine sobre lo que hacen. Y es cierto que el nivel de la crítica es bajo en general. Pero no mucho más que el artístico. Y que, según algunas artistas, casi todos los machistas están en la crítica flamenca.