La Tostá

Escuela online de flamenco

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
14 abr 2021 / 09:41 h - Actualizado: 14 abr 2021 / 09:45 h.
"La Tostá"
  • Escuela online de flamenco

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Me lo he pensado mucho, pero al final he decidido dar cursos online de flamenco para los muchos aficionados que hay en todo el mundo. Es algo que puedes hacer desde tu propia casa, aunque no es fácil estar dos horas hablándoles de flamenco a aficionados de distintos lugares del mundo, que a veces saben más que tú mismo. No se imaginan lo que chanelan de flamenco algunos aficionados de Finlandia, Brasil, Canadá, Argentina, Estados Unidos o Francia. Como he estado tanto tiempo pensándomelo, daré cursos que serán amenos y nada sesudos. Hay aficionados de fuera de España que a veces contactan conmigo por teléfono o internet solo para hablar un rato de cante, sin que les muestre documentos, les ponga cantes o vídeos de baile. Les atrae el hecho de que lleve cuarenta años escribiendo de flamenco, sí, pero no solo eso. Lo que de verdad les atrae es que les pueda contar anécdotas y vivencias con los artistas. Envidian que haya conocido y tratado a Antonio Mairena, Enrique el Cojo o Paco de Lucía. Que haya estado en acontecimientos como la creación de la Bienal o de otros festivales de igual importancia. Que llevara al cementerio a artistas tan grandes como el Sevillano, Manolo Fregenal o Chocolate. Que haya llorado escuchando en privado a Fernanda de Utrera, Enrique Morente o Camarón. Quieren que les cuentes cómo eran los genios en las distancias cortas, en la intimidad. Cómo era Farruco, por ejemplo. O Mario Maya. Cómo bailaba Pilar López en una reunión improvisada o cómo te trata Manolo Sanlúcar en su casa. Y si además de todo esto les sabes decir en qué compás entraba Tomás Pavón cuando cantaba por soleá, cómo afinaba la voz Manuel Vallejo o qué es cantar a compás, el éxito estará asegurado. No me refiero ya al económico, que quienes se apuntan a los cursos pagan solo unos euros, lo que les cuesta un buen desayuno en un hotel, sino al éxito de lograr que veinte, cincuenta o cien personas se diviertan con el flamenco y aprendan a amarlo. Un curso online debería ser para eso, para crear afición en todo el mundo, amantes de lo jondo. En la medida de que seas capaz de engancharlos, vendrán luego a la Bienal o al Festival de Jerez y querrán vivir una noche en Torres Macarena o una tarde en el Tabanco de Jerez. Comenzamos el miércoles que viene, y ya veremos cómo sale la experiencia. En cualquier caso, lo contaré.