Desvariando

Flamenco en La Capilla

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
13 nov 2021 / 09:58 h - Actualizado: 13 nov 2021 / 09:59 h.
"Desvariando"
  • Flamenco en La Capilla

En el siglo XIX hubo varios cafés cantantes en Sevilla que fueron conocidos en todo el mundo. Citemos los de Manuel el Burrero y Silverio Franconetti, por ejemplo, aunque hubo muchos más. Hay ya libros que se ocupan de esto, de estudiosos como José Blas Vega y José Luis Ortiz Nuevo. Pero además de los cafés cantantes de la capital estaban los de los pueblos y sobre esos no hay apenas información. Recordemos el que tuvo el cantaor jerezano Juan Junquera en Utrera, donde cantó Chacón siendo un adolescente, cuando era un absoluto desconocido. Lo hizo hasta que fue a escucharlo Silverio, le encantó y le proporcionó un contrato para actuar en su café de la calle Rosario. En otros pueblos de Sevilla hubo también cafés donde se daba flamenco, como el de Arjona, en Herrera, donde llegaron a actuar Juan Breva, Paco el Sevillano o el Niño Medina entre otros. Hoy en los pueblos hay peñas flamencas, en casi todos, pero pocas salas de flamenco de las llamadas comerciales. Anoche estuve en una que está en La Puebla del Río, La Capilla, local propiedad del torero cigarrero José Antonio Morante, pero que lo regenta su mozo de espada Juan Carlos Morante, primo del maestro. Es un local precioso que está en la entrada del pueblo, al lado de lo que fue Las Melonas. Tiene un diseño muy original y elegante, y es cómodo, con aparcamiento para cientos de coches. El ambiente anoche era excelente, en lo que fue la reapertura del local. Actuaron el artista jerezano Diego Carrasco y Maloko, el hijo de El Bo, de la familia de los Sordera. También estuvieron Mara Rey y La Fabi, entre otros. Viendo el ambiente tan flamenco pensé en cómo serían aquellos cafés cantantes de los pueblos en XIX. La Puebla del Río no es un pueblo de mucha tradición flamenca, sino de sevillanas, pero lo cierto es que anoche se respiraba flamenco. Hoy y mañana volverá a haber actuaciones. Mañana habrá arroz con pato, gentileza de la casa, así que habrá que volver. Me parece estupendo que existan estas salas flamencas donde no solo hay flamenco sino pop y rock, que no solo de arte jondo vive el hombre. Estuvo el maestro Morante, tan sencillo como siempre, atendiendo a todos los asistentes y disfrutando de lo que tanto le gusta. Apostando por el flamenco y su pueblo. Nos gusta esta Capilla, donde, por cierto, anoche estuvo hasta el cura del pueblo. Qué bien se vive en La Puebla.