Homenajes en vida, como a Losada

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
29 jun 2017 / 22:39 h - Actualizado: 29 jun 2017 / 22:41 h.
"Pasa la vida"

La conmemoración del 50 aniversario de la creación en Sevilla del Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis, centro científico afincado en la Cartuja tras la Expo'92, está muy enfocado al homenaje a su fundador, Manuel Losada Villasante (Carmona, 1929). A sus 87 años de edad, y por su estado de salud, no podrá participar hoy en el acto institucional. Le representará su familia, al igual que sucedió el pasado mes de mayo cuando el Ayuntamiento de Sevilla le concedió el título de Hijo Predilecto. Distinción otorgada por el Pleno municipal con al menos 25 años de retraso a quien sacó del ostracismo a la Ciencia en la Universidad Hispalense durante los años 60, 70 y 80, y recibió en 1995 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica por haber sido uno de los científicos de referencia a nivel mundial en el estudio de la fotosíntesis. Sí, ese proceso químico 'de toda la vida', el principio básico de la biología en el planeta Tierra gracias a la energía de la luz solar. Algo, como ustedes saben, casi tan importante como determinar el número de veladores en los bares del entorno de la Giralda.

Bienvenidos siempre los homenajes en vida a las personas de gran mérito. Fuimos capaces de cambiar de mentalidad para erradicar el consumo de trabajo en lugares públicos, y también hemos de desterrar por entero la funesta inercia, instigada por las envidias, de postergar a posteriori de su fallecimiento los reconocimientos públicos a quienes vertebran durante décadas la mejora de nuestra sociedad en cualquiera de sus facetas profesionales y cívicas. Manuel Losada Villasante, aunque han acaecido algo tarde fuera de los círculos científicos, sí ha podido ser contemporáneo de los tributos a su figura, de la rotulación con su nombre de calles, centros educativos, laboratorios. Y lo nunca visto: inspirar su figura la creación, en 2013, de unos premios anuales de investigación científica dotados con 18.000 euros y promovidos por un medio de comunicación privado: Radio Sevilla (Cadena SER).

Todo un acierto la iniciativa de dicha emisora, y ojalá marque tendencia en el panorama mediático. Tan despegado de la meritocracia y de la sociedad del conocimiento (de las que debería nutrirse y a las que debería de servir) que, y lo indico como ejemplo, en 2006 participé como jurado en la deliberación de unos premios organizados por Canal Sur, y para la categoría en la que debía elegirse a una gran figura andaluza, se me ocurrió proponer dárselo a Manuel Losada Villasante. Y la directiva de dicha emisora pública que coordinaba la sesión rechazó la propuesta, entre otras razones expuso que ella no sabía quién era ese científico.

Para remediar la ignorancia, y para hacer de nuestra tierra una sociedad mucho más próspera, en todos los centros educativos de Andalucía deben tener a mano una de las frases favoritas de Losada Villasante. Cuando regresó a Sevilla en 1967 y le preguntaban otros catedráticos españoles: “¿Losada, cómo dejó usted Estados Unidos y se fue a Sevilla, si allí no hay nada que hacer?”, su respuesta fue: “Porque aquí está todo por hacer”. Y es la lección que tantas veces inculcó a todo tipo de jóvenes: “Desechen el pesimismo y vivan el reto. Desechen el 'no hay nada que hacer' y vivan el 'todo está por hacer'”.