La Tostá

Igual el Rey Juan Carlos es lo de menos

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
05 ago 2020 / 07:52 h - Actualizado: 05 ago 2020 / 07:53 h.
"La Tostá"
  • Igual el Rey Juan Carlos es lo de menos

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Con 82 años, diecisiete operaciones, el corazón hecho añicos y un hijo, Felipe VI, el Rey, que lo ha puesto de patitas en la calle y lo ha invitado a irse de España, don Juan Carlos de Borbón no tendría que hacer un gran esfuerzo para barrer a Sánchez e Iglesias, dos recién llegados a la política. Se ha ido fuera del país, algo que podía hacer sin problema porque nadie se lo podría haber impedido. No tiene nada pendiente con la Justicia española, aunque lo parezca, por cómo han tratado el asunto algunos medios de comunicación. O sea, que el Emérito es libre de entrar y salir de España de la manera que quiera, de vivir en Portugal o República Dominicana, viajar por aire, mar o tierra y gastarse su montoncito en lo que le dé la gana. En realidad, la presa que desean Unidas Podemos y los independentistas, los antimonárquicos, no es Juan Carlos de Borbón. Ni siquiera el hijo, o sea, el rey Felipe VI. La codiciada presa es la jefatura del Estado, acabar con el Régimen del 78, para traer de nuevo la República. A veces hablo de esto con amigos y coinciden en creer que España solo podría ir bien si la República sustituyera a la Monarquía. Uno de ellos me decía que hacía falta una república para mandar a paseo a la derecha, como si en ese sistema político solo se pudieran presentar a elecciones los partidos de izquierdas. Gobierno del pueblo, dicen, pero la derecha también es el pueblo. Incluso la ultraderecha. Abascal podría ser presidente de la Tercera República, como en la Segunda (1931-1936) lo fue el flamenco Alejandro Lerroux, con dos diputados falangistas en el Parlamento, uno de ellos José Antonio Primo de Rivera. Monarquía o República, he ahí el dilema, cuando lo importante es que haya democracia, libertad, justicia social y derechos para todos. El problema es que la izquierda se ha apropiado de todo esto y hay quienes piensan que solo se puede ser un buen republicano si se es rojo, feminista y antifranquista. O sea, de Unidas Podemos. Del mismo modo que la derecha se ha apropiado del concepto España, hasta el punto de que ser de izquierdas y llevar una pulsera con los colores de la bandera de España, es un delito. Se ha ido Juan Carlos de Borbón, sí, pero la Monarquía sigue ahí y hay millones de españoles que la quieren y que la van a defender con uñas y dientes. Incluso puede pasar, con todo este revuelo y el acoso a la Casa Real por parte de la izquierda radical, que salgan monárquicos hasta de debajo de las piedras. A lo mejor es esa la jugada y el Emérito no es tan tonto como parecía. Que le metan un dedo en la boca.