Irene Montero, los enchufados y los lazos rosas en los tractores

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14 oct 2021 / 11:38 h - Actualizado: 14 oct 2021 / 11:43 h.
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  • Irene Montero. / EFE
    Irene Montero. / EFE

Irene Montero es ministra. Irene Montero dijo que llegaba a la política para terminar con la casta. Irene Montero defiende los intereses de muy pocos como si lo que hace fuera un enorme beneficio para el conjunto de la sociedad.

Irene Montero coloca en el Ministerio de Igualdad a condenados e imputados por la Justicia. Dice que lo hace porque están «perseguidos por defender la democracia». Tal vez la señora Montero entiende que hay que colocar en los ministerios a los delincuentes o algo así. Isa Serra, una de las beneficiadas, ha sido condenada a 19 meses de cárcel por agredir a policías. La sentencia del Tribunal Supremo es firme. Isa Serra es una política de Podemos que ha conseguido destrozar el partido en Madrid. Carlos Sánchez Mato y Celia Mayer, otros dos beneficiados, están imputados por malversación y prevaricación en el caso Open de Tenis. Son todos nuevos asesores del Ministerio de Igualdad.

El Ministerio de Igualdad recibirá 525 millones de euros, 74 millones más que los 451 millones que recibió en 2020. Y acabar con la casta, lo que se dice acabar, no parece ser una de las prioridades de Montero. Debe ser que todo el esfuerzo se va a centrar en el nuevo proyecto de la ministra: es urgente e inedulible luchar contra «la masculinización del mundo rural». Nadie sabe en que consiste este plan ni como va a llevarse a cabo. Un sector como el agrícola y ganadero, en estado de alarma total por la ruina que arrastra, no se va a arreglar poniendo lazos rosas en los tractores o dando cursos a los agricultores o ganaderos sobre cómo dar un toque femenino a la recolección de patatas o al ordeñado de las cabras.

¿Es capaz esta mujer de gestionar 525 millones de euros? ¿No es un disparate elevar el gasto en personal de un ministerio que ya sabemos que es una agencia de colocación de amiguetes?

Lo de Irene Montero es un disparate sin posible comparación. Nunca antes una persona tan incapaz, con menor preparación, tan pagada de sí misma y tan alejada de la realidad, tuvo tanto poder. Y esto no puede ser bueno para España.