‘Josu Ternera’ es un asesino asqueroso

Se ha abierto un debate entre bochornoso e innecesario. Porque Josu Urrutikoetxea, es decir, Josu Ternera, es un asesino aunque se sentase hace unos años a hablar de paz y esto no admite discusión alguna. Y, por cierto, este de militar no tiene nada: es un asesino sin escrúpulos

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03 ago 2020 / 12:23 h - Actualizado: 03 ago 2020 / 12:37 h.
"Opinión","Terrorismo","ETA","Víctimas del terrorismo"
  • Josu Ternera en una imagen de 2002. / EFE
    Josu Ternera en una imagen de 2002. / EFE

Me encuentro en Internet con un debate que trata sobre si Josu Urrutikoetxea, es decir, Josu Ternera, fue una pieza clave para que ETA abandonase las armas. Muy bien.

Ya les digo yo que así fue. Que tuvo mucho que ver en las negociaciones con el Gobierno de España. Pero tan cierto es eso como que este tipejo era parte de la dirección de ETA cuando la banda asesina colocó una bomba en el Hipercor de Barcelona y morían asesinados hombres, mujeres, jóvenes y niños, todos ellos terriblemente peligrosos (el autor del artículo del que parece ser que parte este debate, un tal Jonathan Martínez, ya vino a decir que lo de Hipercor fue culpa de la policía española porque los etarras habían avisado unos minutos antes; una alhaja este hombre); tan cierto es como que Josu Ternera formaba parte de la dirección de ETA cuando saltó por los aires en Madrid un autobús lleno de jóvenes Guardia Civiles de entre 18 y 23 años, también súper peligrosos; tan cierto como que la matanza en la casa cuartel de la Guardia Civil de Vic tuvo mucho que ver con sus órdenes. Los niños que vivían en esa casa cuartel pasarán a la historia como los más peligrosos para el País Vasco jamás conocidos. No voy a seguir con el inventario porque pone los pelos de punta.

Ahora resulta que Josu Ternera era «un militar» amigo de todos, de niños, ancianitas y gatitos; que lo importante es que se sentó a negociar y que el resto forma parte de la lucha armada de un pueblo oprimido que no podía detenerse mientras los militares, los concejales del PP y del PSOE o los policías locales y los niños de Hipercor o Vic, no dejasen de torturar. Y ahora resulta que hay que estar eternamente agradecido a Josu Ternera porque es un gran hombre.

Bueno, pues yo voy a dejar clara mi postura para que nadie tenga la menor duda: Josu Ternera es una asesino de los pies a la cabeza, un sicópata de manual. Es un indeseable y si se sentó en una mesa para negociar fue porque él y gentuza de su misma calaña provocaron durante años un sufrimiento brutal en toda España. Josu Ternera es un ser mezquino, indeseable y (si es que el infierno existe) se pasará la eternidad cociéndose en una piscina de metal fundido junto al mismísimo Satanás. Querer dibujar a Josu Ternera como un pacificador sin hacer referencia a sus crímenes es asqueroso e impresentable.

Me encuentro, al mismo tiempo, con que los independentistas catalanes se suman, ahora, a este blanqueamiento y acusan a los españoles de haber arruinado la vida de los vascos y de catalanes. En este país no cabe un tonto más. Me deprime.

No pienso olvidar a un solo asesinado por ETA, ni pienso entrar en el juego del blanqueamiento de una banda terrorista. Es indignante.