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La vida del revés

Julia Otero, el cáncer y las buenas formas

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13 ene 2022 / 07:34 h - Actualizado: 13 ene 2022 / 07:45 h.
"Opinión","La vida del revés","Periodismo","Medios de comunicación"
  • Julia Otero.
    Julia Otero.

Siempre que alguien es capaz de superar una enfermedad seria, de esas que te colocan entre la espada y la pared, hay que celebrarlo con fuerza y autenticidad.

Los que ya se han asomado al abismo y tienen la ocasión de regresar lo advierten: solo tras vivir esas circunstancias el ser humano es capaz de valorar hasta los detalles más insignificantes de la vida y las perspectivas se modifican en busca de la sensatez, de una vida plena alejada de conflictos superficiales y acartonados, en busca de la posibilidad de hacer lo que estamos llamados a hacer.

Julia Otero ha regresado. Ya está trabajando, es decir, ya está haciendo periodismo de nuevo. Julia Otero ha estado peleando contra el cáncer estos últimos meses y, ahora, podemos celebrar que se coloque frente a un micrófono, cada día, para que miles de personas puedan ver el mundo desde un lugar que podrá gustar más o menos aunque se construye desde la profesionalidad, la sensatez y la amabilidad frente a la vida que nos ha tocado vivir.

Julia Otero, decía en su incorporación que «... En tiempos de cólera, lo revolucionario es apostar por la serenidad», que «sí, reivindicamos la buena educación, que no es blandura, es buena educación; el respeto, que no es cobardía, es respeto; y reivindicamos la crítica, que no es chillar, no es faltar, es argumentar». Decía esto que no es poca cosa en los tiempos que corren puesto que, efectivamente, los gritos han desplazado a los debates sanos y ordenados; la mala educación parece una constante inevitable si se quiere tener voz en los medios de comunicación; y el respeto por lo que somos, sencillamente, se ha evaporado.

Es necesario que los periodistas y colaboradores de los medios de comunicación entiendan que el respeto es fundamental y que solo es posible hacer periodismo de calidad desde el respeto por la persona independientemente de sus ideas, de su condición sexual o de cómo entiende las cosas de Dios. Son millones de personas las que, a diario, escuchan o leen lo que se dice en periódicos, radios o cadenas de televisión; son millones de personas las que toman como ciertas las cosas que reciben y los que copian actitudes ante un problema determinado. Y eso hace que la responsabilidad de los profesionales sea muy importante y no se pueda dejar a un lado.

Celebro que Julia Otero haya sido capaz de esquivar una enfermedad terrible. Y celebro que nos haya recordado que el camino es el que es aunque la audiencia se resienta.