Los medios y los días

La aventura del loro Patricio

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29 ene 2023 / 04:45 h - Actualizado: 29 ene 2023 / 04:45 h.
"Real Betis","Los medios y los días"
  • Un vídeo donde el loro se marca una pequeña actuación con el himno del Betis. / El Correo.
  • A la izquierda, el loro Patricio “charla” con su máxima cuidadora, la abuela Luisa.
    A la izquierda, el loro Patricio “charla” con su máxima cuidadora, la abuela Luisa.

El loro Patricio vive en una casa de campo muy cerca del Guadalquivir de verdad, no el de la dársena. Sus propietarios, familia y amigos (todos o casi todos béticos) tuvieron la amabilidad no sólo de invitarme a una paella dominguera y de paso presentarme a Patricio sino a que disfrutara por aquellos lares de un concurso de pesca que ellos mismos organizaron entre ellos para esparcimiento general. Allí no se come ni un pez, conforme pican y se pesan se van soltando. Eso es lo que vi en una mañana deliciosa.

Patricio es nombre muy adecuado para este loro porque es un patricio digno de la nobleza patricia romana, de hecho, no está lejos de donde nacieron Trajano y Adriano, en Itálica, y habita en el primer perímetro urbano de Sevilla, la Hispalis romana. No sé si Patricio conoció Hispalis porque con los años que viven los loros todo podría ser. Me acuerdo de aquel chiste que se contaba cuando Franco. Ya anciano, el generalísimo no quería que le regalaran loros o tortugas -que también viven lo suyo- porque decía que le daba sentimiento cuando se morían. En Cantabria existe la playita de Luaña que he frecuentado en verano y en invierno. Había allí un hotel a pie de playa y en el hotel un loro metido en años. Una vez no regresé hasta un decenio más tarde, aproximadamente. Pues allí estaba el loro, tan campante.

La aventura del loro Patricio
El loro Patricio “charla” con su máxima cuidadora, la abuela Luisa. / El Correo

Patricio cuenta 13 años. Lo lograron de una criadora de loros que lo hacía por lo legal, con su anilla y sus papeles. Habla como un loro y canta el himno del centenario del Betis, imposible escaparse a su aprendizaje cuando el emplumado -de color verde- está rodeado de béticos que además son de carné. Su nombre, Patricio, lo pronuncia también con soltura. Y en estas estábamos cuando hacia el 13 de enero del año en curso nos dio un susto porque, tras vivir enjaulado en el mismo lugar desde pequeño, lo estaba bañando al sol uno de sus dueños, Alberto, y de repente se asustó y salió volando. De inmediato, se dio alerta en redes sociales y otros lugares digitales diversos y su foto apareció por doquier. Así me enteré yo. Alberto me dijo que Patricio no está acostumbrado a volar “así que esperamos que no haya llegado muy lejos y que algún vecino o alguien del pueblo lo vea y nos llame”. Toda la familia y muchos amigos se lanzaron en su búsqueda, pero el loro no aparecía. “Puede que haya decidido que ya tiene edad pa irse a vivir la vida”, me escribía Alberto por el wasap.

Toda la familia estaba triste pero en especial la abuela Luisa, su gran protectora y cuidadora desde siempre; gran parte de la vida de Luisa es su loro: cambiarle el agua, echarle pipas y fruta... Por ella, más que por nadie, sentía la familia la pérdida de Patricio. Si no daba señales de vida, Alberto se conformaba con que una buena familia lo recogiera y lo cuidara como se merecía o que se buscara la vida por ahí. Yo pensé si acabaría en el Parque de María Luisa con alguna cotorra seductora a pesar de que ello supusiera una degradación de su nobleza.

Final feliz. Como se sospechaba, Patricio volaba poco. Lo hallaron en una nave abandonada cerca de su casa. El acomodado Patricio empezó a llamar a su familia cuando sintió hambre y sed y la madre de la familia, Araceli, lo escuchó. También me han contado que Araceli lo estaba llamando y Patricio le respondió, qué más da. Alberto lo recuperó y se lo llevó a su hogar. “En realidad, siempre creíamos que estaría a unos 100 metros de la casa”, me dijeron. Dos jornadas estuvo de pingoneo Patricio. Lo rescataron además justo el día en que la abuela Luisa cumplía 87 años. Y ahí estarán Luisa y Patricio contándose sus asuntos, así se ven en la foto que acompaña esta historia; el loro le dirá que como se está en casa cantando el himno del Betis, llamando a las personas que más le atraen, pronunciando su nombre y palabras inconexas como por ejemplo “miércoles”, como se está así, con comida y posada asegurada y gratis, con su fiel ama de llaves Luisa al lado, en ningún sitio.