La Tostá

La furia de la Naturaleza

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
16 sep 2019 / 08:19 h - Actualizado: 16 sep 2019 / 08:23 h.
"La Tostá"
  • Imagen de las inundaciones en Murcia este domingo por las lluvias. / EFE
    Imagen de las inundaciones en Murcia este domingo por las lluvias. / EFE

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La Naturaleza nos puede barrer de la tierra un día de estos y, seguramente, lo tendremos más que merecido por el trato que le damos. Podría decir que el que venga atrás que arree, porque a algunos nos quedan ya tres telediarios y seis tertulias de La Sexta. Pero es duro pensar que con lo malo también se irá lo bueno que la vida nos da. He visto por televisión esos pueblos anegados, a la gente arruinada, que lo han perdido todo, y estoy algo abatido. Siempre les toca a los mismos, parece que La Señora se ceba con los más débiles. Un campesino sencillo y humilde que lo pierde todo, la cosecha del año, los aperos y hasta su casa, es un cuadro de tristeza arrimaíto a la pared, como dice la copla flamenca. Les prometen ayudas y esas cosas, pero cuando los telediarios dejan de hablar de ellos y se ocupan de otros asuntos de interés, como, por ejemplo, el último videoclip de Rosalía, se quedan solo sin la nave de aperos, el grano del año y la cuenta corriente en números rojos. Menudo desastre. Es verdad que cuando la Naturaleza castiga es difícil frenar su furia, pero también que cuando ocurre un desastre de este tipo, como el que estamos viviendo estos días, quedan al descubierto nuestras carencias de país, se supone, moderno. Ríos sucios, montes con demasiado pasto seco, pantanos con las orillas a ras de tierra o alcantarillados de hace un siglo. En un país, además, con varios millones de desempleados, que podrían ponerse a trabajar para solucionar esos problemas. ¿Qué hace un trabajador fuerte en su casa o en el bar, con el monte lleno de rastrojos secos o los ríos atascados de forraje? Y a todo esto, los políticos españoles con cargo subiéndose el sueldo, yéndose de veraneo en plena crisis política, y dispuestos a meternos de nuevo en otras elecciones porque no son capaces de entenderse de una puñetera vez y formar un gobierno fuerte que nos proteja de lo que pueda venir y nos tranquilice para que podamos levantarnos cada mañana con ilusión. Si es un gobierno progresista, mejor, para que mejoremos todos y no solo Pedro Sánchez, Pablo Casado o Pablo Iglesias. Y si no es posible, al menos un gobierno decente, de la ideología que sea, para que el pueblo no tenga esa desagradable sensación de estar solo ante el peligro.