La Tostá

La habilidad de ¿Sánchez?

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
21 dic 2022 / 06:35 h - Actualizado: 21 dic 2022 / 19:28 h.
"La Tostá","Pedro Sánchez"
  • Pedro Sánchez en el Congreso.
    Pedro Sánchez en el Congreso.

Que se hayan beneficiado ya un centenar de condenados por delitos sexuales gracias a la Ley del ‘Sí es Sí’, la chapuza de Irene Montero, aún ministra de Igualdad, es un verdadero escándalo. Lo es, sobre todo, que la autora siga en su cargo y que continúe sin pedir disculpas. Más aún cuando han subido de manera pavorosa los delitos sexuales en nuestro país desde que se creó tal ministerio. Algo no se está haciendo bien, ¿no? Ni este gobierno, ni ninguno, reconocerán nunca los errores que cometen si son de gravedad y pueden perjudicar seriamente a los ciudadanos, como el hecho de que un delincuente se beneficie de una ley absolutamente fallida, como la citada. Hasta veintidós violadores han salido a la calle en un solo día, que es tremendo. El Gobierno utiliza bien la estrategia de que un problema haga olvidar otro anterior o deje de ser noticia en los medios. De algo le están sirviendo los casi novecientos asesores que le pagamos entre todos. Sánchez tiene cada día decenas de oportunidades para ser noticia en los medios, los que maneja y los que no. El pasado lunes, por ejemplo, volvió a liarla en la inauguración del AVE a Murcia, humillando de nuevo al rey, al que adelantó para saludar a las autoridades murcianas antes que él, de una manera inexplicable.

¿Creen que lo hizo sin darse cuenta? Ni mucho menos. Sánchez lo lleva todo estudiado. Algún asesor le diría por la noche, mañana le haces un desaire al rey, que parezca un accidente o una torpeza, y solo se hablará de eso. Y así ha sido. Es para que Felipe VI lo hubiera puesto firme en ese mismo instante y en el mismo andén de la estación, pero no lo hizo porque es un apocado. El padre ya lo hubiese hecho, sin duda, como mandó a callar al botarate de Venezuela. Según El Debate, Sánchez le hizo el desaire porque el monarca se negó a apoyarlo en lo del Constitucional. Me molesta la excesiva sensatez de Felipe VI, aunque entiendo perfectamente que tenga que mantenerse al margen en determinados asuntos. Pero es que está en juego la democracia, quizá más que nunca, y debería dar la cara alguna vez. A ver qué dice mañana en el mensaje navideño. Me suele importar un pimiento, por cierto, pero habrá que escucharlo. O se espabila y mete el hombro, o saldrá de España como su bisabuelo o mucho peor. Porque un día nos vamos a levantar y a lamentar no haber acabado antes con un presidente no solo nefasto, sino peligroso. Sánchez no solo cree ya que España es su cortijo, como les ocurrió a líderes socialistas andaluces, sino que puede justificar meterle fuego.