La masa también se equivoca

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24 mar 2017 / 19:18 h - Actualizado: 27 mar 2017 / 19:42 h.
"Economía","Bolsa"

Las tendencias siempre existen en la bolsa de una forma más o menos acentuada, por lo que los pequeños inversores deben tener en cuenta que desafiarlas tiene sus consecuencias, a veces positivas y otras negativas.

Existe una máxima aceptada unánimemente de que la volatilidad y el riesgo siempre van paralelo, es decir, que si se desea obtener mayor rentabilidad, se deberá asumir más riesgos al invertir, dándose por sentado que las inversiones con mayor riesgo serán las que generarán más beneficios. Esta afirmación no deja de ser un error ya que la volatilidad en sí no es un riesgo. El riesgo real aparece al actuar en bolsa sin saber qué estamos buscando, cómo lo hacemos o sin analizar qué horizonte temporal contemplamos para nuestra inversión. Una valoración previa defectuosa o inexistente de los títulos que deseamos tener en cartera puede hacernos pagar precios excesivos por los mismos, lastrando ya la aventura inversora desde su origen.

Por ello, en el momento de realizar la valoración de la inversión futura se deben de tomar las decisiones pertinentes huyendo de la inversión contraria a la masa por el simple hecho de ser diferente al resto. Por el contrario, el éxito inversor estará en distinguir el motivo o los motivos por los que consideramos que la masa se equivoca.

La volatilidad es parte del mecanismo normal del funcionamiento bursátil y cuando ésta da lugar a la bajada de cotizaciones de empresas solventes, con buenos fundamentos, es cuando aparecen las oportunidades de compra. La adquisición de sus títulos, cuando se presenten oportunidades de compra por hallarse al final del ciclo bajista, apostando por su futura recuperación, nos mantendrá posicionados para cuando la masa comience a vislumbrar el cambio de ciclo y empiecen las compras compulsivas de títulos de dicha empresa.