Los medios y los días

La politización de la universidad

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11 jun 2021 / 04:00 h - Actualizado: 11 jun 2021 / 04:00 h.
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La verdad existe, lo que ocurre es que las interpretaciones la sepultan. Soy un trabajador de a pie, mi empresa se llama Universidad de Sevilla y mi jefe máximo es el rector, profesor doctor Miguel Ángel Castro, un hombre afable y correcto en lo poco que lo conozco. Hace escasos días se reunió el “parlamento” de la Universidad de Sevilla y de toda universidad pública que se llama Claustro y el profesor Castro se quejó amarga y rotundamente de los dineros que le llegan y sobre todo de los que no le llegan procedentes de la Junta de Andalucía.

Desde fuera, uno lee las noticias de ese Claustro y como los periodistas, en esta ocasión, han tenido el detalle de contrastar las críticas del señor Castro, nos permiten conocer también la postura de la Junta a través del consejero de Universidades, Rogelio Velasco. Gracias al periodista Diego J. Geniz y a Diario de Sevilla puedo enterarme de ambas versiones y descubro que son totalmente antagónicas. ¿Qué he de hacer ahora? Dado que el asunto es de mi interés, ¿debo volver a ejercer como periodista, dejar mis tareas académicas y empezar a desarrollar una indagación a ver quién dice la verdad, cual es la verdad del asunto?

Se trata de un problema tremendo. ¿Tiene que ver todo lo que estoy viviendo con una politización de la universidad, peor de la que viví en mi condición de estudiante durante la época franquista? Ante la pérdida de la Junta, ¿hay una consigna del PSOE para que universidades, facultades y departamentos universitarios sean controlados por militantes y simpatizantes socialdemócratas a fin de utilizar a estas instituciones como contrapesos? ¿Están siendo utilizados los alumnos para tal fin?

Las interrogantes anteriores explican la causa de que afirme que la politización actual es peor que la franquista. Porque ahora no hay por qué ocultar pretensiones ni siglas; entonces, en el franquismo, sí, estábamos en la clandestinidad y, aun así, el partido comunista nos dio a sus militantes una consigna clara: salir a la luz como comunistas, que los estudiantes y los profesores sepan que estamos ahí aunque seamos clandestinos. Y a mí me tocó comunicarlo públicamente en una asamblea de mi clase al tiempo que se levantaban de sus asientos todos los militantes comunistas en la clandestinidad que había en clase conforme yo iba nombrándolos, ante la sorpresa general de los compañeros.

Tal vez por eso y por lo que costó traer la democracia -demasiados muertos jóvenes estudiantes- sea por lo que me repele esta posible actitud hipócrita y oscurantista de ahora, estas presuntas confabulaciones donde surgen personas que parece que no han roto un plato y hasta logran que los “malignos” parezcan otros, al tiempo que por detrás están cumpliendo consignas socialdemócratas o de cualquier otro partido. En este caso, la transparencia que tanto se pide por todas partes, desaparece. A mí todo esto me divertiría muchísimo si no fuera porque tarde o temprano tiene uno que bregar con este personal que tiene mucho más de político que de académico, que en lugar de irse a hacer política en los lugares correspondientes la desarrollan en la universidad y además intentan marginar a quienes hemos ido a ella a ser científicos y buenos profesores, no a soportar misterios de Sherlock Holmes. Es decir, lo que indigna no es que se sea del partido que se desee sino ese oscurantismo crónico. Ya sé que así es como funciona el ser humano, lo que me llega a cansar es que encima se juegue a la democracia y a la transparencia cuando existe un fondo distinto.

A pesar de mis palabras, se trata de hipótesis porque, para empezar, me gustaría saber la verdad del enfrentamiento US-Junta sin tener que perder el tiempo en averiguarla, no es ésa mi misión ahora. ¿Por qué no hay un cara a cara en una TV local libre, por ejemplo? ¿Hay televisiones locales libres? ¿Hay televisiones locales en Sevilla? En las noticias que he leído veo posturas encontradas. Sin embargo, tanto los viejos periodistas como los investigadores que vemos a la sociedad desde el punto de vista de los enfoques estructurales, sabemos que detrás de los hechos subyacen otros hechos invisibles que son los más importantes. ¿Acaso pueden hacérmelos saber y ya luego que sigan sus protagonistas jugando a buenos y malos? Es que creo que no me corresponde a mí decirlo, yo soy un simple trabajador de la US en terreno de nadie, sé que eso no es bueno, pero mejor solo que mal acompañado.