La tercera Sevilla

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24 abr 2016 / 20:54 h - Actualizado: 24 abr 2016 / 22:22 h.
"Real Betis","Sevilla FC","Viento Sur"

Sevilla, definitivamente, ha dejado de ser barroca, aunque muchos no se hayan enterado.

Su claroscuro tradicional ha dado paso al arcoiris, como en otras facetas de la vida española. El tradicional derbi entre el Betis y el otro equipo local sigue congregando a ese bipartidismo hispalense, como un rito añejo. El imaginario mantiene la dualidad, un yin y un yan más divertido que energúmeno en el que dos grandes corrientes emocionales llevan echándose un pulso de siglos entre sí. Si el fútbol no existiera, habría que haberlo inventado tan sólo para que los sevillanos resolvieran sus pendencias imposibles bajo la inocente armadura de unas camisetas blanquiverdes o albirrojas. Sin embargo, hay otras sevillas que no participan de ese futbolín perpetuo y que frente a la Teoría de los Contrarios de Heráclito esgrime un ejemplar de Los Complementarios de Antonio Machado.

Esa Sevilla tripartita al menos sugiere la remota posibilidad de orear el desván de estas calles ancestrales, para reconciliarlas, más allá de su tópico ombligo, con lo que en realidad alguna vez fueron, puerto de Indias, ya saben, Andalucía toda y mar océana.

Esos nuevos sevillanos se acostumbraron a vivir en un lugar donde había nacido o en el que se les acogió, pero cuya única voz pertenecía a quienes se disputaban la primacía incompatible de la Torre Pelli o de la Giralda. Sus hooligans o sus detractores podrían echar una pachanga, por ejemplo, en el charco de La Pava mientras esa nueva Sevilla, que quizá siempre estuvo ahí, se pregunta por qué nadie parece haber previsto un nuevo plan de movilidad de tráfico para el puente de Los Leperos o por qué tenemos que alegrarnos de que el turismo anegue a diario el casco histórico si no repercute con la misma intensidad en los empleos de hostelería. Comprendo que esa Híspalis emergente no resulte tan típica, pero al gaditano que soy empieza a ponerle.