Los medios y los días

Los jóvenes Peter Pan

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08 feb 2020 / 04:00 h - Actualizado: 08 feb 2020 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • Jóvenes en un parque. / EFE
    Jóvenes en un parque. / EFE

Los hay a montones. Mozos que tienen novias o una larga relación de pareja con alguna mujer y cuando ésta insinúa que se debería afrontar la situación ya con una madurez mayor, el chico sale corriendo a cobijarse entre las faldas de la madre y los pantalones del padre. ¿De dónde han salido estos sujetos con síndrome de Peter Pan? Pues de una educación familiar que no ha sido educación sino mimos y de una educación escolar y de enseñanzas medias blandita, donde los profesores más exigentes pueden ser llamados al orden por la autoridad, no sea que se nos frustre el niño.

De la mili -donde se supone que te hacían un hombre- al muchacho del cacharrito con el videojuego y con el Smartphone que le regalan desde temprana edad sin que nadie le diga que en el futuro va a tener que ponerse delante de un ser -por ahora humano, de carne y hueso-, llamado director de recursos humanos o similar, un profesional que, con dos preguntas clave, sabe si tiene o no que tacharlo de la lista de una larga fila de desempleados.

Qué paradojas. En el régimen de Franco, si eras bueno, el paternalismo fascista te protegía mucho más que ahora en cuestiones laborales. Sin embargo, existía aquel padre que, si el niño le salía eso que hoy llamamos NINI (ni trabaja ni estudia), lo agarraba de la oreja y se lo llevaba al tendero del barrio para que le diera una tarea. Hoy no, que el niño se hernia, el niño no puede sufrir y todo lo que hace, la madre o el padre lo elevan a la máxima virtud del esfuerzo. El niño crece empoderado sin tener poder alguno ni autoestima, lo que pasa es que jugar a ser hombre, macho y semental no requiere tampoco un gran esfuerzo en nuestros días. Los papás siempre están detrás por si los necesitas.

Con los años, uno tiene irremediablemente que mirarse al espejo y cuando sucede eso llamado la vida sale a tu encuentro, muchos dan la espantá y se cobijan bajo la manta familiar, a veces hasta la madre se siente contenta porque hay que ver las relaciones tan especiales que mantienen algunos hijos con sus madres, hartas ya de un marido que calla para no empeorar las cosas o se busca una evasión con tal de no separarse. Me da igual que sea al revés, padre-hiia, ya hablaba Freud de las neurosis de unos y otros en la familia. El caso es que la modernidad es apasionante en todas sus vertientes, incluida ésta de la fabricación de Peter Panes.